Cajeros de los bancos cubanos se quedan sin dinero en pocas horas: «No queda un peso»

Crece la escasez de dinero en efectivo en los bancos cubanos y se disparan las colas en las sucursales del Banco Metropolitano en La Habana, la capital cubana. Según reportes de medios locales, la crisis de efectivo en los bancos cubanos se ha agravado en las últimas semanas, generando largas colas y un profundo malestar social.

En la sucursal 264 del Banco Metropolitano de La Habana, ubicada en La Rampa del Vedado, el ambiente esta semana era caótico, según imágenes publicadas en el diario online 14ymedio.

La información indicaba que desde primeras horas de la mañana del lunes, decenas de personas aguardaban con desesperación a que los cajeros automáticos fueran recargados con dinero en efectivo. Una imagen que se multiplica a lo largo y ancho del país, en el resto de las provincias cubanas.

“¿Dónde está mi dinero, por el que trabajé 38 años? Una chequera miserable y ni eso puedo llevarme a la casa”, dijo una jubilada entre la multitud, reflejando la frustración creciente entre los ciudadanos, especialmente los más vulnerables.

Los cajeros automáticos, aunque abastecidos a las 8:30 a.m., se quedaron sin efectivo apenas dos horas después, según la información ofrecida por este medio. Aunque desde el Banco Metropolitano no se ha dado información oficial.

El dinero se agota casi de inmediato en los bancos cubanos

La única alternativa, según el citado medio, era extraer dinero directamente por ventanilla en los bancos cubanos, con un límite de 5.000 pesos por persona y bajo condiciones precarias, como la falta de aire acondicionado debido a medidas de ahorro energético.

En otras zonas de la capital, como Luyanó, el límite es aún más estricto: solo 2.000 pesos.

Esta situación no es aislada. En toda La Habana se repite el mismo panorama: personas durmiendo en las aceras o acampando cerca de los bancos.

Mientras, la presión económica sigue aumentando en el bolsillo ante la escasez de efectivo. Un aguacate puede costar hasta 500 pesos y un simple viaje en un almendrón, entre 250 y 300.

“Necesitamos sacar cada vez más y más, y los bancos dan cada vez menos y menos”, dijo un empleado de una mipyme.

A pesar de que la Oficina Nacional de Estadística e Información reportó un índice inflacionario del 16,4% en mayo —el más bajo desde la pandemia—, los cubanos no sienten alivio.

La realidad diaria, marcada por el encarecimiento de los productos y la imposibilidad de acceder a su propio dinero, desmiente los discursos oficiales.