Cómo los cubanos recrean Starbucks, KFC y Burger King sin franquicias

Starbucks, Burger King o KFC: así reinventan los cubanos las franquicias estadounidenses y se hacen eco medios internacionales este lunes. Según un reporte de la agencia EFE, en una esquina del centro histórico de La Habana, Melisa García entrega un frappuccino con el nombre escrito en el vaso.

La escena podría ser típica de cualquier Starbucks del mundo, pero aquí el local se llama Starcafé, y en lugar de jazz suena música cubana, con un menú adaptado a los sabores y recursos de la isla.

Cuba nunca ha tenido franquicias estadounidenses oficiales. Desde el triunfo de la Revolución en 1959 y las sanciones de Washington, la llegada de marcas como Starbucks, Burger King o KFC parecía imposible. Sin embargo, en los últimos años han surgido negocios privados que imitan su estética y experiencia, adaptándolas a la realidad local.

El Starcafé, inaugurado en 2023 frente a la emblemática Bodeguita del Medio, se ha convertido en un imán para jóvenes e influencers.

Sus frappuccinos, decoración “instagrameable” y vasos personalizados han inundado las redes sociales. “Nos conocen por los ‘reels’. Muchos vienen solo a hacerse la foto”, comenta García con una sonrisa.

Cuba: KFC, Burger King

Este fenómeno no se limita al café. En 2024 abrió Burger Queen, una hamburguesería inspirada en Burger King, y un restaurante de pollo frito con aire de KFC, incluyendo pantallas táctiles para pedir combos.

Andy García, socio de Burger Queen, afirma que estos negocios cumplen una función aspiracional: “Para muchos cubanos es imposible viajar, pero aquí pueden vivir algo parecido a lo que ven en redes sociales”.

La apertura de pymes privadas desde 2021, junto con la llegada del internet móvil en 2018, ha impulsado esta tendencia. Aun así, sectores más conservadores la critican como una “colonización cultural” que amenaza la identidad cubana.

Pese a las polémicas, Starcafé, Burger Queen y otros locales similares muestran que, en la Cuba actual, la globalización también se adapta y reinventa a su propio ritmo.