Este lunes, medios del oficialismo, actualizaron sobre la redistribución del fondo de salarios en Cuba, como una «alternativa parcial» para aumentar los ingresos de los trabajadores y retener la decaída fuerza laboral. La redistribución del fondo de salarios no ejecutado en las unidades presupuestadas se ha convertido en una medida novedosa dentro de la política laboral cubana, tras la aprobación del Acuerdo 10199 del Consejo de Ministros.
Publicado en la Gaceta Oficial Extraordinaria No. 45, este mecanismo buscará, según una nota del diario Trabajadores, incentivar la estabilidad de la fuerza de trabajo y ofrecer un ingreso adicional a los trabajadores del sector presupuestado.
A diferencia de otros incrementos salariales generales, esta estrategia introduce un elemento innovador: el salario sobrante por plantillas incompletas, subsidios, licencias o inejecución de gastos de personal podrá redistribuirse entre los trabajadores activos.
De esta manera, el dinero que antes quedaba sin utilizar adquiere un carácter de salario legal y se convierte en un estímulo económico directo, precisaron.
Redestribución salarial en Cuba: no será para todos
Aunque las autoridades reconocen que se trata de una solución parcial, insisten en que contribuirá a frenar la rotación laboral en sectores sensibles.
La distribución no será lineal ni homogénea, sino diferenciada según alto desempeño, competencias, responsabilidad en el cargo y sobrecarga laboral. Esto abre la puerta a un modelo de gestión por resultados dentro de las instituciones presupuestadas.
Los primeros beneficiados serán trabajadores con alto desempeño, los más calificados, luego quienes ocupen cargos de mayor responsabilidad y se valorará la sobrecarga de funciones por puestos sin cubrir. Otros profesionales con competencias específicas y resultados destacados. Y trabajadores que solo reciben pago adicional por años de servicio en salud y educación, aunque esos sectores ya tienen beneficios especiales, este grupo sí accede al pago por redistribución.
Los primeros pagos podrían materializarse a partir de septiembre, lo que representa un alivio para trabajadores que, en medio de limitaciones económicas, verán un incremento en su poder adquisitivo.
Si bien no resuelve todos los problemas de los trabajadores, la medida supone un paso hacia la optimización del gasto público y el aprovechamiento más eficiente del fondo salarial, con esta redistribución.