Regresa la crisis del gas licuado en Cuba ante la escasez generalizada del producto en varias provincias, como sucede con la suspensión de la venta de gas «hasta que se disponga» del mismo en esta provincia cubana y en otras. Santiago de Cuba enfrenta una nueva crisis energética tras el anuncio oficial de la suspensión total de la distribución de gas licuado de petróleo (GLP) en la provincia.

La Unidad Empresarial de Base de la División Territorial de Comercialización de Combustible (UEB DTCC), perteneciente a CUPET, informó este lunes a través de su canal de Telegram que la distribución quedará paralizada “hasta tanto se disponga nuevamente” del producto.

El breve comunicado aclara que no habrá distribución de gas hacia los puntos de venta, sin precisar una fecha concreta para la reanudación del servicio.

“Disculpen las molestias ocasionadas”, señala el texto, en el que también se promete mantener informada a la población “oportunamente”.

Este nuevo corte contradice declaraciones emitidas recientemente por las autoridades locales. A finales de mayo, medios oficialistas y funcionarios del gobierno aseguraban que el abastecimiento de gas licuado estaba garantizado al 100 % para todos los clientes en la provincia.

Incluso se había anunciado que la venta se retomaría con más gas licuado en junio, algo que claramente no se cumplió del todo.

Venta de gas licuado paralizada en otras provincias de Cuba

En otra provincia como Villa Clara, no se informa de venta de gas licuado a la población, desde el pasado 2 de junio cuando desde allí informaron: «cuando la información sale tarde es porque no se publica hasta tener la seguridad de que existe el producto, ya que en ocasiones está la autorización y cuando se va a cargar, no se puede».

«Necesitamos saber si se mantiene la distribución a los encamados ya que empezó por 45 días y ya hacen más de 3 meses que no distribuyen», apuntó una usuaria desde Matanzas, en el occidente cubano.

Esto indica que la situación con la escasez de gas para la venta a la población se está generalizando en todo el país.

La situación sigue generando desconcierto entre los ciudadanos, quienes dependen del GLP para cocinar y satisfacer necesidades básicas. La escasez de combustible se suma a una lista creciente de dificultades económicas que enfrentan los cubanos a diario.