Ciudadanía americana se vuelve más difícil aseguran los residentes permanentes. Ceremonias de naturalización canceladas y cómo la nueva política de Trump afecta a los inmigrantes. El proceso de naturalización en Estados Unidos enfrenta un obstáculo significativo para muchos residentes permanentes legales debido a las políticas implementadas por el gobierno del presidente Donald Trump.
Este mes, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) ha suspendido de manera indefinida las solicitudes de ciudadanía y tarjetas verdes de personas provenientes de 19 países considerados de «alto riesgo», incluyendo Cuba, Irán, Haití y Somalia.
La suspensión afecta directamente a quienes ya han completado la mayor parte del proceso de naturalización, generando frustración y daños legales y emocionales.
La ceremonia de ciudadanía, que simboliza el cierre de un largo proceso que incluye años de residencia, pagos de tarifas, entrevistas, verificaciones de antecedentes, y exámenes de inglés y educación cívica, ha sido cancelada para muchos solicitantes.
En algunos casos, estas ceremonias se han suspendido en juzgados locales y lugares públicos, obligando a los solicitantes a esperar más tiempo y recorrer distancias mayores para jurar como ciudadanos.
Además de las cancelaciones, la administración Trump ha implementado medidas adicionales que complican la naturalización: recorte de subvenciones a organizaciones que preparan a los solicitantes para los exámenes de ciudadanía, revisiones más estrictas de redes sociales, investigaciones vecinales sobre el «carácter moral» de los solicitantes y un examen de educación cívica más riguroso.
Estas medidas buscan reforzar la seguridad y verificar de manera exhaustiva a los inmigrantes que desean convertirse en ciudadanos estadounidenses, pero al mismo tiempo dificultan el acceso a la ciudadanía para muchos residentes permanentes legales.
Expertos legales, como Deborah Chen del Grupo de Asistencia Legal de Nueva York, han destacado que estas políticas significan que personas que cumplen con todos los requisitos previos ahora deben someterse a un escrutinio adicional.
Muchos residentes están reconsiderando iniciar el proceso de naturalización y prefieren renovar sus tarjetas verdes para evitar complicaciones que puedan afectar su estatus legal.
La situación refleja un cambio profundo en las políticas migratorias de Estados Unidos, afectando no solo a los solicitantes de los países de alto riesgo, sino también al sistema de naturalización en general, generando incertidumbre y retrasos en la obtención de la ciudadanía estadounidense.
