La emigración de cubanos sigue en aumento hacia Brasil en los últimos meses. Desde allí llegan dudas, tales, cómo inscribir a niños cubanos en escuelas públicas de Brasil y cuáles son los documentos necesarios Cada vez más familias cubanas llegan a Brasil en busca de estabilidad y mejores oportunidades. Una de las primeras preocupaciones al establecerse es cómo inscribir a los niños en la escuela, especialmente cuando no se tiene claridad sobre qué documentos deben solicitarse en Cuba antes de emigrar.
Aunque el sistema educativo brasileño es inclusivo, contar con la información adecuada puede facilitar enormemente el proceso.
El derecho a la educación en Brasil está garantizado por ley, incluso para niños extranjeros y para familias que aún no han regularizado su situación migratoria. Esto significa que ningún menor puede quedarse fuera de la escuela pública por falta de documentos, aunque sí existen ciertos papeles que ayudan a agilizar la matrícula y la ubicación escolar correcta.
El documento principal es la partida de nacimiento del niño. Se recomienda traer el original desde Cuba y, de ser posible, varias copias. En la mayoría de las escuelas brasileñas este documento es aceptado sin traducción oficial, lo que simplifica el trámite para las familias recién llegadas.
Otro documento muy útil es la certificación de estudios o boletín escolar del niño, en caso de que haya cursado algún grado en Cuba.
Este historial académico permite a la escuela ubicar al estudiante en el nivel correspondiente según su edad y conocimientos. No obstante, las autoridades educativas aclaran que la falta de este documento no impide la matrícula.
La tarjeta de vacunas también es importante. Con la cartilla cubana, el Posto de Saúde en Brasil se encarga de revisar y actualizar las dosis necesarias, garantizando que el menor cumpla con el calendario de vacunación del país.
En cuanto al adulto responsable, se puede presentar pasaporte cubano, protocolo de refugio, CRNM o incluso no contar aún con documentación formal. El sistema brasileño prioriza el interés superior del niño y no condiciona su acceso a la educación a la situación migratoria de la familia.
Además, suele solicitarse un comprobante de residencia en Brasil, como una factura de luz, agua o contrato de alquiler, que puede estar a nombre de otra persona. Si no se dispone de este documento, muchas escuelas aceptan una declaración simple del propietario de la vivienda. En algunos casos, también se piden una o dos fotos del niño, aunque este requisito es opcional.
Conocer estos pasos permite a las familias cubanas enfrentar con mayor tranquilidad el proceso de integración escolar en Brasil y asegurar que sus hijos continúen su educación sin interrupciones.