Fiscalía cubana advierte que el robo de combustible puede castigarse con hasta 30 años de prisión. Más detalles de inmediato. La Fiscalía General de Cuba lanzó una severa advertencia: el robo de combustible podría ser considerado un delito de sabotaje y castigarse con penas de hasta 30 años de cárcel.
La medida, anunciada en el programa televisivo Hacemos Cuba por la fiscal jefa del Departamento de Procesos Penales, Yudenia San Miguel Ramírez, marca un endurecimiento notable en la política penal del país.
Según explicó la funcionaria, el robo de combustible tiene un “impacto directo en la economía nacional y en el bien público”, por lo que quienes participen, incluso de forma indirecta, podrían enfrentar cargos de sabotaje.
Esto significa que una persona puede ser sancionada aunque no haya tenido la intención directa de perjudicar al Estado, si “pudo prever las consecuencias” de su acción.
El Ministerio del Interior reveló que entre enero y agosto de 2025 se recuperaron más de 350 mil litros de combustible robado, en operativos que incluyeron servicentros, bases de almacenamiento y grupos electrógenos.
Según el teniente coronel Asmel Rojas Águila, muchos de estos delitos involucran a empleados, custodios y hasta directivos de empresas estatales, junto con vecinos que facilitan el ocultamiento del producto.
A pesar del discurso oficial, las reacciones en la calle son diversas. “Es cierto que hay robos, pero también hay hambre y salarios que no alcanzan.
La gente roba para sobrevivir”, opinó Luis Alberto, un chofer habanero. Por su parte, Maritza, trabajadora de una refinería, comentó: “En vez de solo castigar, deberían mejorar el control y pagar mejor; si no, esto seguirá pasando”.
Las autoridades reconocieron fallas en el control interno y en la selección del personal, aunque enfatizaron que se están aplicando sanciones laborales y medidas preventivas.
Sin embargo, varios ciudadanos cuestionan que el gobierno prefiera endurecer las penas antes que atacar las causas estructurales del problema.
La decisión de considerar el robo de combustible como sabotaje coloca este delito en la misma categoría que los atentados contra la seguridad del Estado, lo que, según juristas consultados, podría generar controversia sobre la proporcionalidad de las sanciones en un contexto de crisis económica y escasez energética.
