La inflación, las pésimas políticas económicas, el alza de los precios, el aumento de las divisas en el mercado negro y ahora la escasez de efectivo, marcan monetariamente hablando el “día a día” de los cubanos en la isla.

La crisis ha llegado al punto de que los cajeros automáticos no tienen dinero, los trabajadores no pueden extraer el pago de sus tarjetas magnéticas y no se pagan salarios porque los bancos no tienen liquidez. En medio de esta situación, miles de cubanos a lo largo y ancho del país se debaten, entre usar los ahorros, pedir prestado o sobrevivir en la espera del salario, que tampoco es que signifique mucho.

Escasez de efectivo en Cuba, otra consecuencia de la inflación

Recientemente, la locutora y directora de programas de radio y televisión en Guantánamo, Yodalis Blet, señaló en su perfil de Facebook que no había podido cobrar su salario porque no había efectivo en los bancos de la ciudad capital oriental. Esto era algo que la propia prensa estatal había reconocido, señalando a los sectores de Cultura, INDER y Educación como los más atrasados en recibir sus pagos.

“Es como que te arrebatan de las manos las cosas. No hay dinero en Guantánamo para yo cobrar el giro que lo envían de La Habana. No hay dinero”, enfatizó la comunicadora que trabaja para medios del estado.

En redes sociales, los cubanos siguen denunciando la evidente falta de liquidez. Una situación que el Banco Central de Cuba (BCC) ahora quiere aliviar, con su llamada “bancarización” que posteriormente llevará a otros problemas, sobre todo con los inversores privados, que son los que mueven más capital en la actualidad.

«Es desgastante y agotador la vida del cubano. Llevo tres días intentando sacar dinero del cajero», señaló una usuaria desde La Habana. Otro reseñó que en el Vedado capitalino había poquísimos cajeros habilitados, porque según los responsables, no existía efectivo para abastecer los otros disponibles.

“Es demasiado, todo es un sufrimiento en este país”, “Tuve que hasta pedir dinero prestado. Esto es del carajo, un martirio” o “Soy jubilada y no he podido sacar mi dinero”, fueron algunas de las reacciones al respecto.