El gobierno de Estados Unidos, sigue deportando cubanos que están de manera irregular en ese país, incluso desde hace años, y que llegaron a través de la ruta migratoria desde Nicaragua a la frontera sur norteamericana. También llegaron en este séptimo vuelo de deportados, algunos balseros que fueron atrapados en su intento de llegar a costas de Florida.

Este jueves, según reportes oficialistas, 27 ciudadanos cubanos que habían emigrado de forma irregular a Estados Unidos fueron retornados a Cuba por la vía aérea. Llegaron al Aeropuerto Internacional “José Martí” de La Habana, en el séptimo vuelo chárter de deportación en lo que de año.

De los retornados, cinco habían salido de Cuba por mar y fueron interceptados al arribar a la costa estadounidense. Los otros 22 habían viajado legalmente a otros países, como Nicaragua, y luego se habían sumado a rutas clandestinas para alcanzar la frontera sur de EEUU.

Con este grupo de deportados, ya son 4 634 los cubanos devueltos desde diversas naciones de la región en 115 operaciones, de las cuales 3381 se realizaron desde EEUU, confirmando que ese es el destino principal de los miles de nacionales que salen de la isla en estos momentos.

Seguirán las deportaciones desde EE.UU a Cuba

A finales de septiembre, Blas Núñez-Neto, subsecretario adjunto de Política Fronteriza e Inmigración en el Departamento de Seguridad Nacional, de EE.UU, confirmó en una videoconferencia, que continuarían las deportaciones a sus países de origen, de los migrantes ilegales e hicieron énfasis en los cubanos.

“Eso no va a cambiar, no importa lo que ocurra este fin de semana si el Congreso no actúa. Vamos a seguir operando vuelos de repatriación a Cuba, Ecuador, Colombia y todos los países del hemisferio”, indicó.

En los últimos meses, se ha reactivado la ruta desde Nicaragua a la frontera sur de Estados Unidos, con salidas masivas desde Cuba, en busca de una cita CBP One, que está demorando unos tres meses en la actualidad, para entrar de manera legal. Otros asumen el riesgo de entrar ilegales, de ser capturados serían deportados a la isla y en cinco años no podrían aspirar a ningún método de entrada a EE.UU.