Autoridades de la única Empresa de Telecomunicaciones en Cuba (ETECSA) denunciaron varias «indisciplinas» que aseguran afectan la infraestructura de telecomunicaciones en varias provincias cubanas. La infraestructura de telecomunicaciones es un elemento estratégico para garantizar la estabilidad de los servicios de telefonía, datos e Internet en Cuba, pero ETECSA está denunciando que está siendo atacada por actos delictivos al respecto.
Según fuentes oficiales, cu correcto funcionamiento depende no solo del mantenimiento sistemático que realizan las instituciones, sino también del comportamiento responsable de la población. Sin embargo, en la provincia de Matanzas persisten indisciplinas que ponen en riesgo el desempeño de la red y generan afectaciones directas a los usuarios.
En distintos municipios matanceros, especialmente en Jagüey Grande, se han reportado daños provocados por la acumulación inadecuada de desechos en postes, gabinetes y otros componentes esenciales de la planta exterior.
Esta práctica, aparentemente inofensiva, deteriora las infraestructuras, obstruye accesos técnicos y expone los cables a ambientes corrosivos o a daños físicos que terminan interrumpiendo los servicios de telefonía y conectividad.
A este problema se suman hechos vandálicos que continúan siendo una de las principales amenazas para la red.
Según explicó Dailys Canales Santana, especialista de la División Territorial de ETECSA en Matanzas, en la zona de Jagüey Grande se han identificado robos de tramos de fibra óptica, cables e incluso postes completos.
Estos incidentes no solo afectan el funcionamiento general de las comunicaciones, sino que también obligan a la empresa a asumir reposiciones costosas y procesos legales para enfrentar las ilegalidades.
Las autoridades han realizado las denuncias correspondientes y mantienen un plan de medidas orientado a minimizar vulnerabilidades y fortalecer la protección de la infraestructura.
No obstante, ETECSA insiste en que la participación ciudadana es clave. La vigilancia comunitaria y el reporte oportuno de cualquier anomalía contribuyen a preservar un servicio que resulta vital para instituciones, entidades económicas y la población.
