El examen de acceso a la ciudadanía americana se convertirá en un desafío aún más difícil para los inmigrantes que buscan naturalizarse. El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció que estudia cambios significativos al actual proceso, considerado por su director, Joseph Edlow, como “demasiado fácil”.
Según explicó el funcionario durante un evento en Washington, el nuevo examen de ciudadanía incluiría requisitos más estrictos.
Entre las propuestas se encuentran aumentar el puntaje mínimo de aprobación, añadir un ensayo escrito y exigir respuestas más complejas que reflejen un conocimiento profundo de la Constitución, la historia y los valores cívicos del país.
El objetivo, afirmó Edlow, es garantizar que quienes obtienen la ciudadanía tengan un compromiso sólido con la nación y sus principios.
Además del examen, USCIS planea reactivar prácticas de verificación que habían quedado en desuso desde la administración de George W. Bush.
Esto incluye entrevistas con vecinos y compañeros de trabajo de los solicitantes, así como visitas a los lugares de residencia y empleo. Con estas medidas, la agencia busca reforzar la investigación personal y reducir lo que describe como riesgos de fraude en el proceso de naturalización.
El anuncio forma parte de una estrategia más amplia que endurece el camino hacia la ciudadanía. Edlow señaló que la agencia está dejando atrás un modelo centrado en la atención al solicitante para adoptar un enfoque de aplicación estricta de la ley.
Incluso se contempla la contratación de agentes especiales con capacidad para investigar y arrestar en casos de irregularidades.
Para miles de inmigrantes, estos posibles cambios implicarían un examen de ciudadanía más complejo y un proceso de escrutinio más detallado.
Aunque todavía no hay fecha oficial para su implementación, expertos advierten que las reformas elevarían considerablemente el nivel de exigencia y podrían ralentizar la naturalización de nuevos ciudadanos.