La Fiscalía de Cuba advirtió recientemente que quienes participen en el fraude con recargas telefónicas  de ETECSA en dólares podrían ser acusados de sabotaje, uno de los delitos más graves del Código Penal.La Fiscalía General de la República de Cuba advirtió que los implicados en el fraude con recargas telefónicas dirigidas a la estatal Etecsa podrían enfrentar cargos de sabotaje, uno de los delitos más graves recogidos en el Código Penal cubano, con penas de hasta 30 años de cárcel.

En el programa Hablemos Cuba del Canal Caribe, dirigido por el comentarista oficialista Humberto López, participaron funcionarios del Ministerio del Interior, la Fiscalía y Etecsa para desglosar cómo opera el esquema fraudulento que involucra la compra de recargas en dólares desde el exterior, su reventa en pesos dentro de la Isla, y la captación ilícita de divisas.

Las autoridades informaron que, hasta la fecha, se han incautado más de 40 millones de pesos, además de equipos electrónicos, tarjetas magnéticas, autos y antenas satelitales, en operativos realizados en La Habana, Artemisa y Holguín.

El origen de la red se sitúa en Miami, y la modalidad más común implica el uso de licencias como agentes de telecomunicaciones de Etecsa para evadir controles.

Fiscalía cubana y ETECSA se unen en torno a las recargas

El coronel Marcos Giovanni Rodríguez González, del órgano especializado contra delitos económicos, explicó que estas recargas se ofrecen en páginas web con precios más bajos que los oficiales, engañando tanto a los remitentes en el extranjero como a los receptores en Cuba.

La Fiscalía considera esto delito fiscal, estafa y tráfico de divisas.

Además, un dictamen reciente del Tribunal Supremo advirtió que afectar infraestructuras críticas como Etecsa puede constituir sabotaje, lo que conlleva sanciones de entre 7 y 15 años de prisión, con posibles agravantes.

Mientras tanto, Etecsa y la Federación Estudiantil Universitaria celebraron reuniones para discutir 40 propuestas relacionadas con los recientes aumentos tarifarios, aunque no se han revelado detalles concretos.

La reacción popular no se hizo esperar en redes como Telegram, donde los implicados expresaron desde burla hasta temor por posibles represalias. Pese a que las autoridades recalcaron que los usuarios son víctimas del fraude, se les exhortó a denunciar estas prácticas ilegales.