¿Mejoría de los apagones en Cuba? El gobierno reconoció en la Mesa Redonda que la situación energética del país es “extrema” y que los apagones prolongados continuarán afectando a la población al menos hasta dentro de un buen tiempo, aunque se atrevieron a una fecha, más o menos exacta. Desde el oficialismo confían en que las interrupciones eléctricas disminuirán paulatinamente gracias a un plan de reparaciones en marcha, que llevan años maquinando y que finalmente, tras financiamiento, están poniendo en práctica. 

El viceministro primero de Energía y Minas, Argelio Abad Vigoa, explicó que el objetivo es reducir los apagones “en los próximos dos o tres meses”, una meta que dependerá de la recuperación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN) y de la sostenibilidad del sistema.

«Confío en que disminuyan en los próximos tres meses gracias a un plan en marcha de reparaciones en centrales termoeléctricas clave», dijo Abad. O sea, habría que esperar hasta agosto probablemente para ver algo de mejoría.

Actualmente se trabaja en el mantenimiento de seis de las 20 unidades generadoras, lo que permitiría recuperar más de 500 megavatios (MW) de potencia. Las autoridades han insistido en que estas reparaciones son clave para mejorar la generación eléctrica a corto plazo.

¿Mejoría para los apagones en Cuba?

El gobierno también apuesta por una transición hacia energías renovables, aunque su impacto se prevé a mediano y largo plazo.

Para el año 2030, el país espera que el 24 % de su electricidad provenga de fuentes como la energía solar fotovoltaica, la eólica y la hidroeléctrica.

El director de la Unión Eléctrica (UNE), Alfredo López, admitió que la situación “es grave, muy difícil”, con apagones de hasta 20 horas en algunas regiones. A pesar de los esfuerzos por rotar los cortes, “las consecuencias para la población son muy complicadas”.

Hasta ahora se han conectado ocho parques solares al SEN, con 170 MW adicionales, y se proyecta alcanzar 1.115 MW de generación fotovoltaica a finales de 2025.

Sin embargo, las termoeléctricas siguen siendo fundamentales para la base del sistema eléctrico cubano.

La crisis energética que atraviesa Cuba no es nueva, pero se ha agudizado desde mediados del año pasado, con al menos cuatro apagones nacionales.

Las causas principales incluyen la obsolescencia de las centrales termoeléctricas, la falta de divisas para importar combustible, y las consecuencias del embargo estadounidense.