Dolarización parcial y recaudación de divisas: prioridades de Manuel Marrero para salvar la economía cubana. 
En medio de una compleja coyuntura económica, el Primer Ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, presentó ante el X Pleno del Comité Central del Partido Comunista un informe clave sobre el cumplimiento del Programa de Gobierno durante el primer semestre del año.

Este documento, que será debatido próximamente por los diputados en la Asamblea Nacional del Poder Popular, plantea acciones decisivas para reimpulsar la economía, con especial énfasis en la dolarización parcial, la recaudación de divisas y el estímulo a la producción nacional.

Uno de los puntos centrales del informe es la estrategia para incrementar y diversificar los ingresos externos del país, en un contexto marcado por restricciones financieras y la persistente inflación.

Marrero reconoció ciertos avances en el control del déficit fiscal, pero también manifestó una “profunda insatisfacción” por los resultados insuficientes en temas sensibles que afectan directamente al pueblo cubano.

En cuanto a la dolarización parcial de la economía, el gobierno cubano ha enfocado sus esfuerzos en canalizar los flujos financieros hacia el sistema bancario formal, garantizando acceso a divisas para quienes las generan, y estimulando la producción nacional de bienes y servicios en sectores clave.

Esta medida se enmarca en el objetivo de reforzar la capacidad del país para captar moneda libremente convertible, esencial para la importación de insumos y la estabilización macroeconómica.

Asimismo, se reportaron progresos en la integración del sector no estatal con el estatal, especialmente a través de nuevos modelos de negocio.

Marrero subrayó que, en la segunda mitad del año, estas relaciones deberán fortalecerse con mayor control y resultados concretos.

La atracción de inversión extranjera también ocupa un lugar destacado en la estrategia de gobierno.

Se están creando incentivos específicos para atraer capital foráneo en diversos sectores económicos, lo que permitirá aumentar la recaudación de divisas y respaldar la sostenibilidad de programas sociales.

Este informe se estructura en diez objetivos generales, entre los que destacan: la implementación del programa de estabilización macroeconómica, la transformación digital, el perfeccionamiento de la gestión territorial y gubernamental, y la recuperación del sistema electroenergético nacional.

O sea, según el oficialismo ellos están apostando por una mayor organización financiera, mayor captación de divisas, dolarización parcial y una colaboración más eficaz entre los actores económicos estatales y no estatales, como pilares para enfrentar la crisis económica del país.