Economistas analizan qué puede hacer Cuba frente a la crisis: más allá de las sanciones, piden reformas profundas. Más detalles de inmediato. La economía cubana atraviesa una de sus peores etapas en décadas.
Aunque el Gobierno atribuye la crisis principalmente a las sanciones de Estados Unidos, ocho economistas independientes cubanos consultados por la agencia española EFE coinciden en que el gobierno de Miguel Díaz-Canel podría hacer mucho más para revertir la situación, incluso bajo el actual escenario de restricciones internacionales.
La isla enfrenta una crisis multidimensional que combina factores económicos, energéticos, alimentarios, productivos y financieros.
Para el economista Omar Everleny Pérez Villanueva, profesor de la Universidad de La Habana, el problema central está en el propio modelo económico: “El bloqueo nos afecta, pero no depende de nosotros. Lo que sí depende del Gobierno es acabar con la planificación hipercentralizada, reducir la burocracia y no temerle al mercado”.
Desde Estados Unidos, Ricardo Torres, investigador de la American University, coincide: “Aun con sanciones, Cuba puede atraer inversión, proteger la propiedad privada, promover la competencia y buscar financiamiento internacional. Pero hay que desmontar el modelo actual, y eso es lo que no quieren hacer”.
Por su parte, Mauricio de Miranda, profesor en Colombia, sostiene que la recuperación debe comenzar por un cambio político.
Propone “democratizar la economía, incluir a la diáspora cubana y eliminar el control militar de conglomerados como GAESA”, que concentran gran parte de la actividad empresarial del país.
El economista Pedro Monreal también apunta a la raíz del problema: “Cuba no puede salir de esta crisis desde dentro del mismo sistema. La Constitución de 2019 mantiene la planificación central como principio rector, y eso impide cualquier transformación real”.
Otros expertos, como Pavel Vidal y Miguel Alejandro Hayes, subrayan la necesidad de restaurar la credibilidad internacional y generar confianza para atraer inversiones.
“Sin reformas profundas, ni los aliados más cercanos —como Rusia o China— van a poner dinero en la economía cubana”, afirma Vidal.
Los economistas coinciden en un diagnóstico común: la crisis es sistémica y requiere una transición estructural, tanto política como económica.
Sin un cambio profundo en el modelo productivo y en la gestión del Estado, Cuba difícilmente podrá superar el colapso actual, más allá de las sanciones externas.