Trump amenaza con suspender beneficios del SNAP pese a órdenes judiciales y millones de afectados que podrían quedarse sin comer. El presidente Donald Trump volvió a generar controversia este martes tras advertir que podría suspender los beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), desafiando dos órdenes judiciales que exigen liberar los fondos de contingencia.
La medida, según sus declaraciones, se mantendría hasta que los demócratas accedan a reabrir el gobierno.
En una publicación en sus redes sociales, Trump afirmó que los beneficios del SNAP “solo se otorgarán cuando los demócratas de la izquierda radical reabran el gobierno, lo cual pueden hacer fácilmente, ¡y no antes!”.
Esta postura amenaza con afectar directamente a más de 42 millones de estadounidenses que dependen de este programa para cubrir necesidades básicas de alimentación.
El SNAP, conocido por proporcionar tarjetas electrónicas de beneficios para la compra de alimentos, ha sido uno de los programas más golpeados por el cierre parcial del gobierno federal, que lleva varios días paralizando pagos y servicios esenciales.
Pese a la amenaza de Trump, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, aseguró que el gobierno “está cumpliendo plenamente” con la orden judicial que obliga a liberar los pagos, aunque reconoció que los beneficiarios podrían experimentar demoras.
Según explicó, los fondos de contingencia solo permiten pagos parciales, y la situación se debe a la “posición insostenible” en la que —según ella— los demócratas han dejado al país.
Mientras tanto, familias de bajos recursos, jubilados y trabajadores con ingresos limitados expresan su preocupación. Organizaciones sociales han alertado que la suspensión o retraso de los beneficios podría aumentar la inseguridad alimentaria en comunidades vulnerables.
El conflicto político ha vuelto a poner sobre la mesa el impacto humano de los cierres gubernamentales y el uso de los programas sociales como moneda de negociación.
En el Congreso, senadores de ambos partidos intentan encontrar una salida que evite un colapso mayor de los servicios públicos.