El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) anunció la implementación de una regla final que amplía sus facultades de aplicación de la ley. A partir de ahora, los nuevos oficiales clasificados 1811, también conocidos como agentes especiales de USCIS, tendrán la autoridad de investigar, arrestar y presentar cargos contra quienes infrinjan las leyes de inmigración en Estados Unidos.
La regla, publicada en el Registro Federal, otorga a USCIS facultades que incluyen portar armas de fuego, ejecutar órdenes de cateo y arresto, además de realizar detenciones en el marco de investigaciones relacionadas con inmigración.
Estas capacidades habían estado limitadas en el pasado y ahora se consolidan como parte de la estrategia del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), liderado por la secretaria Kristi Noem, para reforzar la seguridad nacional y el combate al fraude migratorio.
Según explicó Joseph B. Edlow, director de USCIS, esta medida marca un momento histórico para la agencia. El funcionario señaló que, al ampliar sus capacidades de aplicación de la ley, USCIS estará en mejores condiciones de abordar delitos migratorios, sancionar fraudes de inmigración y colaborar con otras agencias federales como las Fuerzas Conjuntas contra el Terrorismo.
La delegación de estas facultades permite que USCIS gestione investigaciones de principio a fin sin necesidad de remitir casos a la División de Investigaciones de Seguridad Nacional de ICE.
De esta manera, agencias como ICE, HSI y ERO podrán enfocar sus recursos en la lucha contra el crimen transnacional y la deportación de inmigrantes indocumentados.
USCIS también anunció que planea reclutar y entrenar a agentes especiales para ejercer estas nuevas atribuciones, con el fin de mejorar la eficiencia en el procesamiento de casos de fraude migratorio y en la remoción de extranjeros que buscan explotar el sistema de inmigración.
La regla entrará en vigor 30 días después de su publicación.