Embajada de Estados Unidos ofrece guía para titulares de la Tarjeta Verde (Green Card) que viajan al extranjero y advierte cómo podrías perder la residencia.
La Embajada de Estados Unidos publicó una nueva guía dirigida a los titulares de la tarjeta verde o residencia permanente legal, en la que responde a las preguntas más comunes sobre los viajes internacionales y las consecuencias que estos pueden tener en el estatus migratorio.
Según la información, los residentes permanentes legales tienen libertad para salir del país y realizar viajes cortos o temporales al extranjero.
Sin embargo, el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) puede considerar que un titular ha abandonado su estatus si determina que ya no mantiene la intención de residir permanentemente en EE. UU.
En este sentido, la embajada en Guyana recordó que las ausencias superiores a un año suelen derivar en la pérdida de la residencia. Incluso los viajes de menos de un año podrían generar dudas si no existen pruebas suficientes que respalden la intención de mantener la residencia permanente.
Cómo demostrar la intención de regresar a EE. UU.
El USCIS toma en cuenta distintos factores para determinar si el viaje fue temporal. Entre ellos destacan los vínculos familiares y comunitarios en Estados Unidos, la existencia de un empleo, una dirección postal activa, cuentas bancarias, licencias de conducir vigentes, propiedades o negocios en territorio estadounidense, así como la presentación de declaraciones de impuestos como residente.
Viajes superiores a un año y opciones disponibles
Para aquellos residentes permanentes que planeen estar fuera de EE. UU. por más de un año, la recomendación es solicitar un permiso de reingreso mediante el Formulario I-131, el cual les permitirá regresar dentro de un período de validez de dos años sin necesidad de una visa adicional.
En caso de haber permanecido más de un año en el extranjero sin dicho permiso, el titular puede gestionar una visa de residente que regresa (SB-1) en la embajada o consulado estadounidense más cercano.
Para obtenerla, es necesario demostrar que se mantenía el estatus de residente permanente al momento de la salida, que la intención de regresar siempre existió y que la prolongada ausencia se debió a causas fuera del control del solicitante.