No es una sospecha: en Cuba hay mucha gente pasando hambre, sobreviviendo milagrosamente. Es simple matemática.

Si un jubilado gana 1.800 pesos al mes, y el euro ya cuesta 400, estamos hablando de menos de cinco euros para sobrevivir durante 30 días. Ni siquiera un euro diario. Y eso sin contar otros gastos más alla de la alimentación, como electricidad, transporte, medicinas o internet.

Según el índice más extendido en el mundo, vivir con menos de un dólar diario equivale a pobreza extrema. En la Cuba de hoy, miles de personas viven con la mitad de eso. El alza del euro hasta los 400 CUP en el mercado informal lo confirma: la moneda nacional vale cada vez menos.

La comida es lo más básico, pero ya no es accesible

El precio del arroz, los frijoles, el pan o el aceite supera en muchos casos el ingreso mensual de una persona sola.

Un litro de aceite puede costar 1.000 pesos. Un cartón de huevos, 2.000. La libra de arroz no baja de 150. Comer tres veces al día es un lujo para muchas familias, sobre todo en los barrios más empobrecidos y zonas rurales.

Y aún así, la comida es apenas una parte. El transporte público está colapsado o no pasa. Los medicamentos escasean incluso en casos urgentes. Los apagones siguen, pero la factura eléctrica llega igual. Y Etecsa, lejos de abaratar los datos móviles, acaba de subir los precios de sus paquetes.

1.800 pesos equivalen a poco más de 4 euros

Una pensión estatal de 1.800 pesos representa hoy 4,50 euros al cambio informal. Es decir, unos 0,15 euros por día. En dólares, la cifra llega apenas a 4,80 USD. En cualquier país, esa cantidad sería motivo de alarma humanitaria.

En Cuba, sin embargo, es la realidad diaria de miles de jubilados, incluidos maestros, enfermeros, obreros y técnicos que dedicaron su vida al trabajo estatal. Aunque existen pensiones más altas, también hay muchas más bajas. Y quienes no reciben remesas del exterior dependen únicamente de lo que puedan resolver con CUP.

Aunque el salario medio en Cuba supera los 5.800 pesos, y el mínimo ronda los 2.100, esas cifras no representan lo que realmente entra en la mayoría de los hogares.

Muchos cubanos sobreviven con empleos informales, contratos por tiempo parcial o sin acceso a puestos estatales estables.

Además, los aumentos salariales de los últimos años se han visto anulados por una inflación imparable, que encarece todo lo esencial y hace que esos ingresos pierdan valor antes de llegar al bolsillo.

Suben las divisas, bajan las opciones

Además del euro, el dólar también aumentó y se ubica hoy en 375 CUP, al igual que el Zelle. El MLC se mantiene en 260, aunque cada vez es más difícil conseguirlo. El dólar canadiense también subió 5 puntos y se cotiza en 245 CUP.

Este panorama deja clara una cosa: el cubano que no tenga acceso a divisas no puede comprar.

Ni alimentos, ni aseo, ni medicamentos, ni datos móviles. El mercado informal se ha convertido en la única opción real, y esa opción está fuera del alcance de millones.