Un incendio en la madrugada de este domingo afectó a los grupos electrógenos de fuel oil de la Central Termoeléctrica Antonio Maceo, conocida como Renté, en Santiago de Cuba.
El hecho ocurre en un contexto de fallas continuas y apagones prolongados en todo el país.
El siniestro y la respuesta inmediata
Según reportes locales, las llamas comenzaron cerca de la 1:00 de la madrugada en las instalaciones auxiliares que operan con fuel oil pesado. “Se detectaron llamas en el área de generación”, informó en Facebook el funcionario del Ministerio de Salud Pública, Aris Arias Batalla.
Bomberos de los comandos 1 y 4, camiones cisterna de Agua Santiago, brigadas técnicas de la Unión Eléctrica y equipos de la Cruz Roja trabajaron en la zona para controlar el incendio. También acudieron dirigentes del Partido Comunista, autoridades provinciales y mandos del Ministerio del Interior.
Daños y primeras valoraciones
El Consejo Popular El Purial aseguró en sus redes sociales que “no existió peligro directo para la planta generadora principal”. Hasta el momento no se reportan víctimas, aunque los equipos especializados continúan enfriando el área para investigar las causas del siniestro.
Fallas acumuladas en Renté
El incendio se produce horas después de que la Unidad 5 de Renté saliera de servicio el sábado por un salidero en el horno. Apenas un día antes, la Unidad 3 también había quedado fuera de línea tras solo 11 horas de funcionamiento debido a un problema de bajo vacío.
Estos fallos en cadena han dejado a la termoeléctrica casi sin aporte al Sistema Electroenergético Nacional, pese a su papel clave en el oriente del país. La planta arrastra más de cuatro décadas de explotación con reparaciones parciales y sin disponibilidad suficiente de repuestos.
Un sistema eléctrico en jaque
El evento ocurre mientras Cuba enfrenta un déficit superior a los 1.800 megawatts en horario pico, más de la mitad de la demanda nacional. Centrales como Felton, Mariel, Santa Cruz y Céspedes mantienen unidades paradas, y decenas de grupos electrógenos están fuera de servicio por falta de diésel o lubricantes.
Aunque las autoridades insisten en que la unidad principal de Renté no corrió peligro, lo sucedido muestra nuevamente la fragilidad del sistema eléctrico. Cada avería o incendio agrava la crisis y prolonga los apagones que golpean a la población de todo el país.