Medicinas, alimentos y artículos esenciales siguen retenidos presumiblemente por falta de combustible.

Hace solo unos días varias entidades adscritas a la empresa Correos de Cuba obtuvieron la bandera de Vanguardia, algunas de ellas por tercer año consecutivo. Mientras tanto las quejas de los clientes persisten, sobre todo las vinculadas a la recepción de paquetes provenientes del exterior.

Los lamentos de los usuarios se acumulan en la página oficial de Correos de Cuba. Lo que antes podía resolverse en días, hoy se demora semanas o incluso meses.

El motivo, según la empresa estatal, es la falta de combustible. Sin embargo, la explicación no ha calmado a quienes esperan con urgencia paquetes enviados desde el extranjero con medicamentos, alimentos y productos básicos.

Varios usuarios reportan que sus envíos llevan más de 15 días sin moverse del centro de clasificación, especialmente hacia provincias como Villa Clara y Pinar del Río.

En algunos casos, como el de un paquete con destino a ancianos enfermos, el contenido incluye fármacos sensibles que podrían dañarse si no se entregan a tiempo. “Ambos tienen 72 años y están enfermos”, escribió una usuaria, “y los medicamentos siguen detenidos”.

Correos de Cuba ha respondido con un mensaje casi idéntico a todos los reclamos: “La demora en el encaminamiento del envío hacia su destino final está vinculada a la situación que presenta el país por el déficit de combustible, situación que nos está generando atrasos considerables”.

A pesar de las “molestias ocasionadas”, no ofrecen plazos concretos ni alternativas.

Para el desfile sí, para entregar los paquetes no

Lo que más irrita a muchos usuarios es la contradicción entre esta supuesta crisis de transporte y otros hechos, como por ejemplo la amplia movilización de recursos observada para garantizar el desfile del Primero de Mayo.

Decenas de guaguas y camiones fueron desplegados para trasladar personas, carteles, flores y altoparlantes. En cambio, para medicamentos y alimentos no hay combustible.

Una usuaria preguntó cuánto más debía esperar por un paquete enviado desde Alemania, despachado desde el 18 de abril y aún sin registrar en el sistema cubano. La respuesta fue que no pueden asegurar su llegada al país porque no tienen “evidencia física”.

En otro caso, un contenedor que llegó a Cuba el 1ro de marzo permanece sin procesar desde el día 11 del mismo mes. Ya han pasado casi dos meses, y todavía no se ha tocado.

Aunque algunos preguntan si existen días u horarios específicos para los envíos a sus provincias, la respuesta oficial es siempre la misma: todo depende del combustible.

Y cuando no hay respuesta, se les pide llamar a una serie de teléfonos o escribir a correos electrónicos que, según varios comentarios en redes, rara vez responden con soluciones claras.

En un contexto de inflación acelerada, escasez generalizada y apagones diarios, la lentitud en los servicios de paquetería solo agrava la frustración de quienes dependen de esas entregas para sobrevivir. Que el gobierno movilice recursos para actos públicos pero no para el transporte de medicamentos alimenta aún más el descontento.