Los cortes de electricidad persisten en todo el país. El sistema eléctrico nacional (SEN) cerró el 3 de agosto con un panorama crítico que no da señales de mejoría inmediata.
Durante la jornada anterior, el servicio eléctrico estuvo afectado durante las 24 horas y no logró recuperarse en la madrugada de hoy. La máxima afectación del sábado fue de 1756 MW a las 9:10 de la noche, sin coincidir con el pico de demanda, lo que refleja la gravedad del déficit estructural.
A las 7:00 de la mañana de este domingo, la generación disponible era de apenas 2095 MW frente a una demanda de 3200 MW, lo que provocaba una afectación de 1140 MW. Para el horario del mediodía se esperaba que el déficit se mantuviera en torno a los 1100 MW.
Incidencias en las termoeléctricas y falta de combustible
La situación se complica por las continuas averías y los mantenimientos en varias plantas clave. Entre las unidades fuera de servicio por roturas se encuentran la Unidad 2 de la CTE Felton y la Unidad 5 de la CTE Diez de Octubre.
Otras unidades se encuentran bajo mantenimiento planificado, como la Unidad 2 de la CTE Santa Cruz, la Unidad 4 de la CTE Carlos Manuel de Céspedes en Cienfuegos y la Unidad 5 de la CTE Renté en Santiago de Cuba. A esto se suman 392 MW indisponibles por limitaciones térmicas.
Además, 71 centrales de generación distribuida permanecen fuera de funcionamiento por falta de combustible, lo que representa una pérdida adicional de 501 MW. La escasez de diésel sigue siendo uno de los puntos más críticos del panorama energético cubano.
Los paneles solares no alcanzan
Pese a los esfuerzos por impulsar fuentes renovables, los nuevos parques solares fotovoltaicos apenas cubrieron una fracción de la demanda. En conjunto, generaron 2360 MWh durante el día, con una potencia máxima de 520 MW en el horario del mediodía. Aunque estas cifras representan un aporte importante en términos ecológicos, resultan insuficientes ante la magnitud del déficit actual.
Pronóstico para el horario pico
Las previsiones para la noche no son alentadoras. Se espera una demanda máxima de 3700 MW y una disponibilidad que se mantendría en 2095 MW. El déficit proyectado asciende a 1605 MW, lo que podría traducirse en afectaciones de hasta 1675 MW si no cambian las condiciones.
Cientos de miles de hogares en toda la isla continuarán enfrentando prolongados apagones, mientras el sistema eléctrico nacional se encuentra al borde del colapso técnico. Las soluciones estructurales siguen sin aparecer.