Se veía venir, era casi cuestión de tiempo: el dólar estadounidense alcanza los 400 pesos cubanos en el mercado informal.
Los cubanos de la isla se preguntan a qué espera el gobierno para tomar las riendas del mercado cambiario, tal y como prometieron recientemente. Otros, sin embargo, tienen poca fe en que el Estado pueda controlar el canje de divisas como en los tiempos de CADECA.
Lo cierto es que ni el último aumento de pensiones ni los discretos incrementos salariales por sectores van en la dirección correcta, pues, según algunos expertos, solo alimentan la inflación.
En consecuencia, la moneda nacional pierde cada vez más capacidad de compra y se devalúa a un ritmo alarmante.
Una promesa aún sin cumplir
El primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, aseguró hace apenas unas semanas que tan pronto como en este segundo semestre de 2025 se tomaría el control del mercado cambiario y se establecería una tasa de cambio flotante.
Sin embargo, en la práctica, el mercado informal sigue marcando el rumbo y no hay señales concretas de que esa medida se implemente a corto plazo.
Analistas señalan que una tasa flotante podría reducir la brecha entre el cambio oficial y el informal, pero advierten que, sin una oferta suficiente de divisas, el peso continuaría perdiendo valor.
La realidad de la calle confirma esas proyecciones: el precio del dólar sube, el euro también, y los ingresos en moneda nacional se vuelven insuficientes para cubrir lo básico.
Así amaneció el mercado cambiario
Hoy, el dólar en el mercado informal alcanzó los 400 pesos cubanos. El euro subió a 450 pesos, mientras que el MLC bajó a 205. El dólar canadiense se mantiene en 271.34 pesos, el franco suizo en 351.35, y el peso mexicano en 21.21.
Las operaciones vía Zelle escalaron a 395.29 pesos y el dólar en criptomonedas (CLA) a 389.
Un salario que se evapora
Con un salario medio en Cuba de 6 506.5 pesos, un trabajador apenas recibe el equivalente a 16.26 dólares o 14.26 euros en el mercado informal.
Esto significa que para comprar un cartón de huevos a 3 000 pesos, un litro de aceite a 2 600 pesos y un kilo de leche en polvo a más de 4 500 pesos, tendría que destinar más de la mitad de su ingreso mensual, y aun así no cubriría todas sus necesidades.
En la mayoría de los hogares, la estrategia es sobrevivir con lo que alcance, priorizando alimentos y dejando de lado otros gastos como transporte, ropa o productos de aseo.
Inflación sin freno
La devaluación del peso se profundiza y los precios continúan subiendo. La brecha entre el tipo de cambio oficial y el informal no solo perjudica a los que dependen del peso, sino que también encarece los productos importados y amplía la desigualdad.
Mientras tanto, la promesa de una reforma cambiaria se mantiene en palabras, y la economía cubana sigue perdiendo terreno.
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