Contrario a los rumores difundidos en redes sociales que sugerían el hallazgo de un cuerpo desmembrado, la fuente oficialista desestimó dichas especulaciones. Tras el análisis llevado a cabo por especialistas en Medicina Legal, se determinó que el cráneo pertenecía a un individuo fallecido hace más de 15 años.

Surgen teorías sobre la posibilidad de que el cráneo haya sido extraído de un cementerio con fines relacionados con la santería, una práctica frecuente en el reparto Condado, según sugiere el informe.

Especialistas de Medicina Legal y del Ministerio del Interior (MININT) continúan trabajando en la identificación del fallecido, aunque hasta ahora solo se ha divulgado que los restos óseos restantes pertenecen a un hombre de entre 30 y 40 años, fallecido hace más de una década.

La fuente oficialista, al final de su comunicado, hizo un llamado a no dar crédito a rumores que «solo generan angustia e incertidumbre» y «sentimientos negativos que afectan el bienestar de la población».

Sin embargo, la misma fuente pasó por alto las crecientes denuncias de muertes y hechos violentos en Cuba, reportados únicamente a través de redes sociales y que a menudo no son confirmados ni desmentidos por fuentes oficiales.

Otros detalles

En los comentarios de la publicación, una vecina del barrio corrigió la presunta rapidez con que las autoridades intervinieron tras el hallazgo, señalando que el descubrimiento se hizo por la mañana y que la respuesta de la policía fue más tardía de lo indicado en el comunicado oficial.

Diversos internautas especularon sobre la posible identidad del fallecido, sugiriendo que podría tratarse de alguien que fue reportado como desaparecido en el pasado.

Aunque el caso aún carece de detalles confirmados, se suma a la serie de incidentes relacionados con el robo de restos óseos en rituales religiosos en cementerios cubanos, una práctica que ha aumentado en los últimos años, coincidiendo con el incremento del vandalismo en dichos lugares.

Otro evento estremecedor ocurrió recientemente, cuando se encontró el cuerpo sin vida de un recién nacido en un tanque de basura en La Habana Vieja. Las autoridades lograron identificar a la madre, una joven de 16 años que tomó abortivos y dio a luz al fallecido, aunque la policía no confirmó públicamente los hechos, a pesar de la difusión de videos que corroboraban el descubrimiento.