La actriz Aris Teresa Bruzos, inolvidable por su papel como Evarista en el popular programa cubano “Vivir del Cuento”, ha fallecido a los 89 años. Su partida ha provocado una ola de emociones entre colegas y seguidores.

Luis Silva: “Jodedora, simpática y muy natural”

El humorista Luis Silva, quien interpreta a Pánfilo, confirmó la noticia en su perfil de Facebook. “Hoy recibo un mensaje de Mayito (Chequera) dándome la lamentable noticia de la partida física de Aris Teresa, nuestra querida Evarista”, escribió con pesar.

Silva recordó su entrega, incluso en los últimos capítulos, cuando apenas podía caminar, pero aún grababa con la memoria intacta.

“Hasta los últimos capítulos dispuesta a grabar… Nachi, nuestro director, siempre le dio la oportunidad, hasta de grabar alguna escena en su casa”, señaló.

Su mensaje estuvo acompañado de una foto reciente de la actriz, sentada, sonriente y serena, como era ella.

Andy Vázquez: “Eternamente en el corazón de todos los cubanos”

También Andy Vázquez, conocido por su personaje de Facundo, dedicó unas sentidas palabras. En una publicación en redes sociales escribió: “Me vienen a la mente tantos recuerdos lindos con ella… Una señora amable, que siempre estaba riendo, incluso en momentos tensos”.

Vázquez la recordó como una mujer que nunca perdió el humor, ni siquiera en los ensayos difíciles, y destacó que fue maestra de profesión y amiga de todos en el elenco. “Como dice una canción: la gente buena no se entierra, se siembra”.

Una carrera tardía, pero inolvidable

Aris Teresa debutó en televisión a los 73 años, tras una vida dedicada a la enseñanza. Nació en El Cobre, Santiago de Cuba, y se mudó a La Habana en 1956 para trabajar como educadora. Lo que comenzó como una participación en “Los amigos de Pepito” la llevó más tarde a encarnar a Evarista, personaje que se ganó el cariño de toda Cuba.

A pesar de sus problemas físicos, nunca dejó de grabar. Incluso desde su casa, se las arreglaba para seguir formando parte del programa. Su talento natural y su cercanía con el pueblo hicieron de ella una figura entrañable, símbolo de alegría y autenticidad.

Su fallecimiento marca el final de una era para el humor cubano, pero también deja un legado imborrable. Evarista vivirá en la memoria colectiva como una mujer fuerte, sincera y capaz de hacernos reír incluso en los peores tiempos.