Sábado sin luz en Cuba: el sistema eléctrico registra otra vez con más de 1400 MW de déficit.

Los apagones en Cuba no dan tregua. Este 3 de mayo amaneció con cortes en todo el país y la situación empeora. El servicio estuvo afectado durante todo el viernes y la madrugada completa del sábado. A las siete de la mañana, más de mil megavatios ya estaban fuera del sistema.

El parte oficial del Gobierno reconoce un panorama crítico. La disponibilidad del sistema eléctrico es de solo 1720 MW, mientras la demanda supera los 2700. Hay al menos 1025 MW en déficit, y se espera que al mediodía la afectación suba a 1180 MW.

El viernes, el apagón más grande ocurrió a las 7:50 de la noche. En ese momento faltaron 1683 MW. La demanda fue mayor de la esperada. La producción no alcanza y la gente lo siente en sus casas, hospitales y centros de trabajo.

Apagones por todas partes

Hoy no hay una sola causa. Todo falla a la vez.

Una unidad de la central termoeléctrica Felton está averiada. Otras tres —en Santa Cruz, Cienfuegos y Renté— están paradas por mantenimiento. Pero lo más grave está en el combustible. Faltan 963 MW por esa razón.

Casi 80 centrales de generación distribuida no están funcionando. La central fuel de Mariel tiene 133 MW detenidos. Moa, 149. Melones, 104. Son cifras grandes y constantes. Las soluciones no llegan.

Noche difícil

El pronóstico para el horario pico es sombrío. Aunque podrían recuperar algo —80 MW en diésel, 104 en Melones y 149 en Moa—, no será suficiente.

El país necesita al menos 3400 MW. Solo habrá disponibles 2053. La diferencia será brutal: 1347 MW en déficit. La afectación esperada supera los 1400 MW. Los apagones serán largos y generalizados.

Energía solar: poca y solo de día

Los nueve nuevos parques solares aportaron ayer 1103 MWh. Parece mucho, pero no cambia nada. Esa energía solo sirve unas horas del día. En la noche, cuando más se necesita, no está.

Mientras, los cubanos cocinan a oscuras o en la madrugada. Las cocinas eléctricas impuestas por el gobierno ya no sirven sin corriente. Las neveras se descongelan. Los hospitales hacen malabares. No hay respuestas claras, solo partes repetidos y sin fechas.

Nadie sabe cuándo regresará la estabilidad. Pero todos saben que hoy tampoco será.