CUPET ha dado a conocer que el servicio de gas se verá interrumpido en las próximas horas debido a labores mantenimientos.

La Empresa de Gas Manufacturado anunció este jueves la suspensión temporal del servicio de gas manufacturado —conocido como “gas de la calle”— en cinco municipios de La Habana. La interrupción se debe a trabajos urgentes de mantenimiento en la Planta de Producción #1 de Melones.

Según el comunicado oficial, el corte comenzará a las 9:00 p.m. del lunes 21 de abril y se extenderá hasta las 6:00 a.m. del martes 22. Durante ese período, Cerro, Plaza de la Revolución, Habana Vieja, Centro Habana y Diez de Octubre quedarán sin suministro.

Las autoridades aseguraron que la intervención técnica es impostergable. Dijeron que consiste en la sustitución de las líneas de entrada a la planta, una acción clave para “garantizar la estabilidad del servicio en el mediano plazo”.

La empresa pidió disculpas a los afectados y afirmó que el trabajo se ejecutará en menos de 24 horas.

Frustración ciudadana por la doble crisis del gas y la electricidad

Aunque se trata de un corte programado, el anuncio llega en un momento delicado. La capital vive una crisis energética sin precedentes, con apagones continuos y escasez prolongada de gas licuado en cilindros. Un servicio del que dependen miles de familias que no están conectadas al sistema de gas de la calle.

Desde finales de 2024, la distribución de balitas ha sido irregular y sin explicaciones oficiales claras. Muchas personas han tenido que recurrir a cocinas eléctricas —cuando hay corriente— o a métodos improvisados con carbón o leña.

En redes sociales, el descontento es generalizado. Frases como “¿Y el gas de cilindro?” se repiten en decenas de publicaciones. Ciudadanos como Anna Monzón y Elsa Pérez han denunciado que las autoridades no responden preguntas ni ofrecen fechas concretas sobre el restablecimiento del servicio.

“Seguimos esperando una solución mientras las familias viven en incertidumbre sin saber cuándo podrán cocinar de nuevo”, escribió Pérez en una publicación compartida por decenas de usuarios.

Otros critican que, mientras se informa de un corte puntual del gas de la calle, no haya ningún parte sobre la escasez crónica del gas licuado, que afecta a muchos más hogares.

La situación ha encendido nuevamente las alarmas sobre la vulnerabilidad energética en la capital, donde cocinar se ha convertido en una tarea cada vez más complicada. Entre apagones, falta de balitas y ahora cortes programados del gas manufacturado, miles de familias están atrapadas en un ciclo de precariedad que no parece tener fin.