Un robo de materiales en el parque fotovoltaico en construcción en Jovellanos, Matanzas, ha generado preocupación entre las autoridades.

Según informaron medios oficiales, los implicados habrían sustraído tornillos esenciales para la instalación de paneles solares, los cuales fueron detectados en el mercado informal.

Venta ilegal del material robado

La mayor Yadira Prieto Vega, jefa de instrucción del Ministerio del Interior (MININT), explicó en el Noticiero de la Televisión que los trabajadores del parque lograron identificar los tornillos sustraídos al encontrarlos en manos de cuentapropistas. Estos elementos no se comercializan de manera oficial, lo que facilitó su detección.

«Se están utilizando en el ensamblaje, tanto de las mesas como de la instalación de los paneles solares directamente», explicó Prieto Vega.

La investigación aún no ha determinado la identidad de los responsables ni el método empleado para sustraer los tornillos y distribuirlos en el mercado negro. Hasta el momento, solo se ha logrado recuperar una parte de los materiales robados.

Posibles cargos de sabotaje

El fiscal jefe del departamento de procesos penales de la Fiscalía General en Matanzas, Ilíac Castellanos, señaló que los implicados podrían enfrentar cargos de sabotaje, dado que el robo afecta el sistema electroenergético nacional.

Las penas por este delito en Cuba pueden ser considerablemente severas, ya que se considera un ataque contra infraestructuras estratégicas del país.

Retrasos y antecedentes de robos en infraestructuras

A pesar de este incidente, las autoridades aseguraron que la Unión Eléctrica ha repuesto los elementos robados para evitar retrasos en la construcción del parque, que se espera entre en funcionamiento en los primeros meses del año.

No es el primer caso de robos en instalaciones energéticas en Cuba. En diciembre de 2024, paneles solares fueron sustraídos de los sistemas de bombeo de agua en comunidades rurales de Las Tunas, afectando gravemente a la población. En menos de seis meses, se reportaron ocho incidentes similares, dejando sin servicio a varias localidades.

A pesar de intentos por reforzar la seguridad con guardias locales y acuerdos de cooperación con vecinos, los robos continúan sin resolverse, y los responsables no han sido identificados.