Las nuevas declaraciones de la secretaria de Seguridad Interior de Estados Unidos, Kristi Noem, reavivaron el debate sobre las restricciones de viaje. Su postura sugiere que la actual lista de países podría ampliarse pronto, justo cuando crecen los reportes sobre posibles cambios impulsados desde la Casa Blanca.
La funcionaria expresó su posición en un mensaje publicado en X, donde defendió la necesidad de aplicar medidas más duras. Sus palabras llegan mientras medios estadounidenses aseguran que el presidente Donald Trump evalúa extender las restricciones de 19 países a un total de 30.
Un mensaje directo desde Seguridad Interior
Noem fue tajante al plantear que la lista debería ampliarse de manera drástica. “Recomiendo una prohibición total de viajes para cada maldito país que ha inundando nuestra nación con asesinos, sanguijuelas y adictos que se creen con derecho a todo”, escribió.
Añadió que la nación fue construida “con sangre, sudor y el amor inquebrantable por la libertad”, y afirmó que no debe quedar expuesta a “invasores extranjeros” que, según su mensaje, ponen en riesgo la seguridad, los recursos y los beneficios destinados a los ciudadanos estadounidenses.
Contexto tras un tiroteo en Washington
El comentario público ocurre después del tiroteo en el que dos guardias nacionales fueron atacados cerca de la Casa Blanca la semana pasada. El autor de los disparos, Rahmanullah Lakanwal, afgano de 29 años, fue detenido y acusado de asesinato en primer grado. Este martes se declaró inocente.
Tras ese incidente, Trump aseguró que planea detener “permanentemente la migración de todos los países del Tercer Mundo para permitir que el sistema estadounidense se recupere por completo”, una declaración que refuerza las expectativas de un endurecimiento adicional.
Países actualmente afectados
Desde junio, la lista de países con restricción de viajes incluye a Afganistán, Burundi, Chad, República del Congo, Cuba, Eritrea, Guinea Ecuatorial, Haití, Irán, Laos, Libia, Birmania, Sierra Leona, Somalia, Sudán, Togo, Turkmenistán, Venezuela y Yemen.
La administración Trump ha impulsado numerosas medidas enfocadas en reducir la inmigración y acelerar deportaciones. La posibilidad de que más países se sumen a estas restricciones marcaría un nuevo giro significativo en la política migratoria estadounidense.