Existe una interrogante recurrente entre miles de cubanos de una y otra orilla del Estrecho de Florida. Se trata de una preocupación latente y diaria relacionada con el Parole Humanitario que otorga Estados Unidos a ciudadanos de varios países de la región.El tema se debatió recientemente en el grupo de Facebook “Parole humanitario”. Se centró la polémica en si ¿se puede o no cancelar un patrocinio ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS)?

La duda principal es si eso puede concretarse, incluso, luego de haberlo solicitado bajo el formulario I-134A.

¿Se recibe alguna notificación sobre esa cancelación? Cuando un patrocinador decide cancelar la petición, parece que no existe un procedimiento claro o uniforme para notificar oficialmente al beneficiario. Muchos miembros del citado grupo compartieron sus experiencias en el tema. “Se han cancelado patrocinios simplemente enviando una carta o actualización de su solicitud en línea en el apartado de USCIS donde tienen su perfil oficial.

Espera que desespera

Es justo así, una espera que desespera a los miles de cubanos que aguardan por una respuesta sobre su caso de Parole humanitario desde enero, incluso.

De ellos, muchos prefirieron volar desde Cuba a otros destinos y emprender viaje hasta llegar a Estados Unidos. Una de las variantes preferidas es viajar a Nicaragua aprovechando la política de libre visado para luego atravesar Centroamérica hasta llegar a la frontera sur estadounidense.

Antes de presentarse en alguno de los ocho puntos de control fronterizo, piden una cita en CBP One con el objetivo de conseguir un documento I-94. El mismo funciona como Parole y luego brinda la posibilidad de aplicar a la Ley de Ajuste Cubano.

Los criterios de elegibilidad para el Parole humanitario se centran en demostrar una necesidad urgente y significativa, que va más allá de la mera conveniencia.

El proceso de solicitud es sencillo y comienza con la presentación del Formulario I-134A por un patrocinador en Estados Unidos. Cada paso requiere una justificación detallada y convincente, junto con pruebas de solvencia económica por parte del patrocinador.