«Están revisando lupa» : Las autoridades han redoblado los controles y ahora cada trámite es mucho más riguroso.

Un ciudadano cubano fue arrestado en el estado de Kentucky tras presentar una solicitud de residencia permanente (green card) ante el Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS) y omitir información clave sobre su historial.

El caso fue divulgado por la propia agencia federal como ejemplo de su nueva política de control más estricto bajo la administración de Trump.

Según informó USCIS en su cuenta oficial de la red social X (antes Twitter), un funcionario descubrió durante la revisión del expediente que el solicitante tenía órdenes de arresto activas en Florida.

Tras el hallazgo, el individuo fue detenido por la policía local en el mismo estado donde intentaba completar el proceso migratorio.

USCIS intensifica vigilancia sobre fraudes migratorios

El mensaje compartido por la agencia subraya que este tipo de detecciones son parte del trabajo diario de sus oficiales, quienes, según destacan:

“Ayudan a hacer de Estados Unidos un lugar más seguro previniendo el fraude en el sistema de inmigración legal”.

La detención del cubano se enmarca en una serie de acciones recientes promovidas por USCIS para identificar y frenar irregularidades migratorias. Días antes, otro operativo terminó con el arresto de un extranjero que, durante una entrevista de ajuste de estatus, admitió bajo juramento haber contraído matrimonio por conveniencia para obtener la green card. Ese caso fue resuelto junto al Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE).

Arrestos en oficinas migratorias: una nueva práctica

No es la primera vez que USCIS ejecuta detenciones en sus propias oficinas. La agencia ya había reportado el caso de otro cubano que fue arrestado dentro de su sede en Hialeah, con una orden de captura pendiente. “Está tras las rejas y Estados Unidos es más seguro”, publicó USCIS en tono triunfalista.

Bajo la política migratoria de Trump, la agencia ha reforzado su colaboración con ICE mediante intercambio de datos y análisis de riesgo, además de crear un registro nacional de personas en situación irregular. También se han anunciado sanciones severas contra quienes no se reporten voluntariamente, incluyendo multas y procesos judiciales.

El mensaje de fondo es claro: la administración actual está decidida a perseguir todo tipo de fraude migratorio. Y los cubanos enfrentan un entorno de máxima vigilancia, incluso cuando buscan regularizar su estatus.