La Casa Blanca está ultimando planes para implementar nuevas restricciones en la frontera entre Estados Unidos y México, las cuales podrían entrar en vigor tan pronto como el próximo martes.

Estas medidas afectarían significativamente a los solicitantes de asilo, incluidos aquellos con citas programadas a través de la aplicación CBP One de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU.

Según informaron cuatro fuentes cercanas al tema, la orden ejecutiva que se espera que firme el presidente Joe Biden limitaría las solicitudes de asilo y negaría automáticamente la entrada a migrantes una vez que se supere un nuevo umbral diario de encuentros con las autoridades fronterizas.

Reducción de los casos de asilo político y deportaciones

Actualmente, CBP One gestiona aproximadamente 1,450 citas diarias, y las nuevas restricciones podrían incluir estas citas en el límite de 4,000 encuentros diarios en promedio durante una semana. Las fuentes consultadas, que pidieron no ser identificadas debido a la sensibilidad de las discusiones, indicaron que una de las opciones es que los migrantes que lleguen después de alcanzar el umbral establecido sean removidos automáticamente mediante un proceso similar a la deportación, dificultando su regreso.

El presidente ha estado considerando acciones ejecutivas adicionales desde el colapso de un proyecto de ley bipartidista sobre la frontera a principios de este año.

Estas restricciones buscan disminuir los cruces fronterizos hacia finales de año, cuando las temperaturas más frescas tienden a incrementar el número de migrantes.

A pesar de que las cifras de cruces ilegales han disminuido en los últimos meses gracias en parte a los esfuerzos intensificados por México, la inmigración sigue siendo una preocupación principal de cara a las elecciones presidenciales en noviembre.

Bajo la política del Título 42, instaurada durante la pandemia, los migrantes podían regresar más fácilmente a la frontera si se les expulsaba, ya que México aceptaba recibir a ciertos nacionales no mexicanos, incluyendo a migrantes de Guatemala, Honduras y El Salvador.

La administración Biden ha adoptado una postura cada vez más conservadora en temas fronterizos. Ello en respuesta a las críticas constantes de los republicanos y al creciente número de migrantes que cruzan la frontera desde México.