Lo que podría dejar a millones de familias sin un recurso esencial en Estados Unidos.
En distintas ciudades del país, los bancos de alimentos comenzaron a ver un aumento de personas que buscan ayuda. En algunos lugares, las filas se duplicaron en pocos días.
Voluntarios aseguran que la demanda crece cada hora. Muchos hablan de incertidumbre, mientras esperan que el gobierno aclare si podrá mantener una ayuda que millones de familias consideran indispensable.
La ayuda federal que se detendría en noviembre
A partir del próximo mes, la entrega de beneficios del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP) podría suspenderse debido al cierre del gobierno federal, según informó la agencia Associated Press.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos señaló que no usará el fondo de contingencia de 5.000 millones de dólares para mantener el programa activo.
“En resumen, el pozo se ha secado. En este momento, no se emitirán beneficios el 1 de noviembre”, indicó la dependencia.
Bancos de alimentos al límite
Las despensas comunitarias advierten que no podrán suplir la falta del programa. En Indianápolis, la iglesia Cristiana Central atendió el doble de personas que en un día normal.
Su voluntaria Beth White dijo que la demanda “ha ido en aumento desde que la economía ha decaído”.
En Filadelfia, George Matysik, del Programa de Alimentos Compartidos, aseguró que los almacenes están más vacíos que nunca.
Familias en riesgo
Según Associated Press, unos 40 millones de estadounidenses —uno de cada ocho— dependen del SNAP para comprar alimentos. Entre ellos, madres solteras, jubilados y trabajadores con ingresos bajos.
Martina McCallop, residente de Washington D. C., explicó que recibe 786 dólares mensuales del programa, pero teme no poder alimentar a sus hijos cuando los fondos se agoten.
Los estados tratan de responder
Algunos gobiernos estatales anunciaron medidas de emergencia. La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, adelantará 30 millones de dólares para mantener abastecidas las despensas.
En Nuevo México, Michelle Lujan Grisham liberará ocho millones para bancos de alimentos.
Otros estados, como Arkansas, reconocen que no podrán cubrir la ayuda sin apoyo federal y recomiendan a las familias acudir a organizaciones caritativas.
Redes de apoyo comunitario
Según publicó CNN, ante la suspensión de los beneficios, vecinos de todo el país están formando redes informales llamadas “compañeros de compras”.
Estas personas se ofrecen a acompañar a familias vulnerables al supermercado o a compartir alimentos directamente.
En algunos casos, las donaciones se realizan mediante tarjetas de regalo o compras conjuntas.
La iniciativa se ha extendido en comunidades grandes y pequeñas, donde el apoyo vecinal se ha vuelto una forma de resistencia ante la incertidumbre.
Una red solidaria en medio del cierre
En lugares como Maryland y Virginia Occidental, la solidaridad se expande entre desconocidos que se organizan para ayudar. Según CNN, muchas de estas acciones surgen en redes sociales y grupos locales, con vecinos que buscan evitar que nadie quede sin comida.
Mientras el cierre del gobierno se prolonga y los recursos federales permanecen congelados, la respuesta ciudadana parece ser el único alivio para quienes dependen de una tarjeta para llevar comida a casa.
