Un matrimonio cubano con residencia permanente en Estados Unidos fue retenido el 11 de agosto en el Aeropuerto Internacional de Miami tras regresar de un viaje a la isla. El hecho generó inquietud en la comunidad, al poner en evidencia los riesgos legales que enfrentan quienes obtuvieron asilo político y luego viajan con frecuencia a Cuba.
Notificación de comparecencia ante juez
Según reportó el periodista Javier Díaz, un oficial de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) notificó a la pareja que su caso sería remitido a un juez de inmigración. La citación judicial podría comprometer su residencia permanente, pues las autoridades cuestionan la veracidad de su solicitud inicial de refugio.
El punto central es que ambos habían solicitado asilo alegando temor a represalias del régimen cubano. Pero en menos de tres años viajaron cuatro veces a la isla. Para CBP, esos movimientos generan dudas sobre la legitimidad de la protección concedida.
Viajes frecuentes bajo la lupa
Este episodio refleja el creciente escrutinio hacia los cubanos que obtuvieron la residencia mediante la Ley de Ajuste Cubano y mantienen vínculos frecuentes con la isla. Las autoridades migratorias interpretan que los viajes recurrentes contradicen el argumento de haber huido por persecución política.
Aunque no todos los residentes enfrentan consecuencias similares, el caso encendió las alarmas dentro de la comunidad cubana en Estados Unidos.
Opiniones divididas entre los cubanos
El tema desató debate. Algunos criticaron a quienes, tras obtener refugio, regresan con frecuencia a Cuba. “Si estás huyendo por miedo, ¿por qué seguir regresando al país del que escapaste?”, cuestionó un usuario en redes sociales.
Otros, en cambio, defendieron a la pareja y recordaron que muchos migrantes enfrentan situaciones personales que justifican sus viajes, como la atención a familiares enfermos, y que la ley permite a los residentes permanentes entrar y salir del país.
Un panorama migratorio más estricto
Javier Díaz destacó que las normas migratorias se aplican con mayor rigidez desde el regreso de Donald Trump a la presidencia. La pareja ahora deberá comparecer ante un juez, que evaluará si mantienen o no su estatus legal en Estados Unidos.