La expectativa por los pagos especiales prometidos por el gobierno federal creció en las últimas semanas, aunque no se conocían detalles claros sobre los primeros beneficiarios.
Las declaraciones oficiales recientes aportaron nuevos elementos que permiten entender a quiénes alcanzó la medida.
El tema provocó un enorme interés entre millones de trabajadores que esperaban precisiones sobre la distribución. El anuncio aparece en un contexto de preocupación por los precios de la vivienda y el costo diario de los alimentos.
Los trabajadores que ya recibieron los primeros pagos
El director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, confirmó que ciertos empleados ya vieron reflejado el incentivo. Según dijo, el gobierno inició la entrega de los cheques vinculados a la compensación anunciada por Donald Trump a partir de los ingresos generados por los aranceles.
“Nunca subestimen al presidente Trump“, afirmó Hassett. Y añadió que varios trabajadores ya recibieron montos cercanos a los 2000 dólares. Explicó que estos primeros pagos fueron destinados a personas con ingresos por propinas o que acumularon horas extra, sectores que suelen enfrentar mayor presión en momentos de inflación y encarecimiento de la vivienda.
Hassett señaló que esta fase inicial responde a la intención de aliviar a quienes resultaron más afectados por la pérdida de poder adquisitivo.
El mensaje de Trump y el origen del incentivo
A inicios de noviembre, Trump afirmó que el país estaba acumulando grandes cantidades de dinero gracias a su política arancelaria. En una publicación en Truth Social aseguró que esos ingresos permitirían avanzar hacia la reducción de la deuda nacional y, al mismo tiempo, repartir un dividendo directo a parte de la población.
“Se pagará un dividendo de al menos 2000 dólares por persona, sin incluir a las personas de altos ingresos”, escribió entonces. El mensaje reforzó la idea de que la Casa Blanca buscaría una distribución escalonada, priorizando a los contribuyentes con menos recursos.
El gobierno sostiene que este pago no es un cheque de estímulo tradicional, sino una devolución derivada de los aranceles cobrados a otros países. La medida apunta específicamente a trabajadores con ingresos variables, especialmente aquellos que dependen de propinas.
Las preocupaciones que marcaron el anuncio
El funcionario mencionó además que la asequibilidad de la vivienda sigue siendo una de las preocupaciones centrales de la administración. Recordó que la cuota mensual promedio de hipoteca pasó de 1200 a 2500 dólares durante el gobierno anterior, debido al aumento en las tasas.
En alimentos, detalló un incremento acumulado del 21 por ciento en los últimos años. Según sus cálculos, una familia habría gastado entre 20 mil y 25 mil dólares adicionales al año solo para hacer frente al encarecimiento general.
Hassett aseguró que Trump pretende reducir rápidamente la brecha generada por este aumento de costos. Para ello mencionó medidas como la eliminación de impuestos sobre propinas y horas extra, junto con una reducción del déficit.
