Los habitantes de la isla siguen con atención la posibilidad de recibir un nuevo pago federal. Las gestiones comenzaron en silencio, pero ya avanzan en los niveles más altos del gobierno estadounidense.
La idea ha generado expectativa porque retomaría un mecanismo usado en estímulos previos. Esta vez, el dinero provendría de los ingresos por aranceles que la administración de Donald Trump asegura haber acumulado.
Conversaciones con la Casa Blanca
Gabriella Boffelli, directora ejecutiva de la Administración de Asuntos Federales de Puerto Rico (PRFAA), confirmó que ya inició contactos formales con la Casa Blanca y el Departamento del Tesoro. Su objetivo es asegurar que Puerto Rico forme parte del programa desde el primer momento.
“Nosotros hemos hablado tanto con Tesoro como con la Casa Blanca para asegurarnos que Puerto Rico sea incluido, como lo hicimos en las tres veces anteriores bajo el presidente Trump y el presidente Biden”, dijo en una entrevista televisiva. La funcionaria señaló que esperan novedades “en los próximos meses”.
La gestión sigue los pasos de los estímulos anteriores, cuando Hacienda distribuyó los pagos directos en la isla.
Qué falta por definir
La Casa Blanca ha respaldado la propuesta. La secretaria de prensa, Karoline Leavitt, afirmó que el presidente está decidido a entregar un dividendo de al menos 2 000 dólares por persona en Estados Unidos. Aclaró que el equipo económico estudia el marco legal para concretarlo.
Trump adelantó que el beneficio se enfocaría en ciudadanos de clase baja y media. Sin embargo, el Congreso deberá definir la elegibilidad, los umbrales de ingresos y el método de distribución.
Boffelli recordó que los pagos previos fueron menores y que esta propuesta sería más ambiciosa. Por eso considera necesario que la iniciativa pase primero por un proyecto formal ante el Congreso.
Cómo se costearían los pagos
La administración Trump insiste en que estos fondos saldrán de los ingresos generados por aranceles a países como China y otras naciones con fuertes relaciones comerciales con Estados Unidos. Se trataría de un “dividendo” financiado directamente con ese recaudo.
Todavía no hay un calendario oficial para la implementación. Lo que sí está claro es que Puerto Rico quiere evitar quedar fuera en la fase inicial, algo que ya ocurrió en algunos programas federales en el pasado.
Qué pasaría en la isla
Si se aprueba, el esquema sería similar al de estímulos anteriores. El Departamento de Hacienda de Puerto Rico administraría los pagos, ajustando el sistema que ya se usó para transferencias federales durante la pandemia.
Aunque el Gobierno Federal aún no ha ofrecido detalles definitivos, las conversaciones ya están en marcha.
La PRFAA asegura que mantendrá la presión para garantizar la inclusión de la isla en cualquier programa de asistencia directa que obtenga respaldo en Washington.
