Las autoridades de Florida han ampliado su rol en la aplicación de leyes migratorias tras un acuerdo impulsado por el gobernador Ron DeSantis.

La Patrulla de Carreteras de Florida (FHP) ahora participa activamente en la identificación y detención de inmigrantes indocumentados, realizando operativos en distintos puntos del estado.

Redadas en carreteras y detenciones

En un reciente operativo en el condado de Gadsden, agentes de la FHP, en conjunto con el Departamento de Aplicación de la Ley de Florida (FDLE), Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), llevaron a cabo 58 paradas de tráfico que resultaron en ocho arrestos, seis de ellos de inmigrantes en situación irregular.

Las autoridades han indicado que estos controles se están llevando a cabo para reforzar la seguridad fronteriza y acelerar la deportación de inmigrantes sin estatus legal, alineándose con las políticas migratorias más estrictas implementadas en el estado.

Mayor poder para las fuerzas estatales

A inicios de febrero, DeSantis otorgó nuevas funciones a la Patrulla de Carreteras, permitiéndole colaborar con ICE en puntos de control, donde ahora pueden detener y procesar a inmigrantes indocumentados.

Además, el Departamento de Agricultura y Servicios al Consumidor (FDACS) también recibirá formación para asistir en la identificación de personas sin estatus legal, ampliando aún más la participación de agencias estatales en la aplicación de las leyes migratorias.

Consecuencias para la comunidad inmigrante

Las nuevas medidas han provocado incertidumbre y temor entre los inmigrantes en Florida, especialmente en comunidades donde estos operativos son frecuentes. Muchas personas han optado por evitar desplazamientos innecesarios, lo que ha afectado sectores clave como la agricultura y la construcción, donde la mano de obra inmigrante es predominante.

Organizaciones de derechos civiles han denunciado que estas medidas aumentan el perfilamiento racial y la discriminación, y han advertido sobre el impacto que tendrá en las familias de inmigrantes, muchas de las cuales incluyen ciudadanos estadounidenses.

Más operativos en los próximos meses

De acuerdo con las autoridades, la estrategia de control migratorio en Florida seguirá expandiéndose, con más puntos de control y mayor participación de agencias estatales en coordinación con el gobierno federal.

El estado también planea aplicar la política 287(g), que permite a las autoridades locales actuar como agentes de inmigración, deteniendo y procesando a personas sin estatus legal para su eventual deportación.