Un nuevo cierre migratorio vuelve a colocarse en el centro del debate político en Washington.
Diversas fuentes confirman que se analiza una ampliación significativa del actual listado de países con acceso restringido.
La propuesta circula entre altos funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional y ha ganado visibilidad tras recientes tensiones.
Aunque aún no se ha publicado ninguna lista oficial, las señales apuntan a una medida mucho más amplia que las aplicadas hasta ahora.
El origen del nuevo impulso restrictivo
El debate tomó fuerza después de un tiroteo ocurrido en Washington D. C., donde un inmigrante afgano disparó contra dos miembros de la Guardia Nacional. Uno de ellos falleció.
El atacante, Rahmanullah Lakanwal, había sido reasentado en Estados Unidos tras colaborar con tropas estadounidenses en Afganistán.
Su llegada se concretó durante la administración Biden, aunque su proceso se aprobó bajo el gobierno anterior.
El caso fue aprovechado por sectores conservadores para cuestionar los controles migratorios y exigir una revisión profunda del sistema.
En ese contexto, la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, pidió al presidente Donald Trump ampliar el veto de viajes a más países.
En su cuenta de X, Noem escribió: “Recomiendo la prohibición total de viajes a todos los países que han estado inundando nuestra nación con asesinos, sanguijuelas y adictos a los derechos”. Luego insistió: “NO LOS QUEREMOS. A NI UNO”.
Una lista que podría llegar a 30 países con vuelos a Estados Unidos
Estados Unidos mantiene actualmente restricciones totales o parciales para ciudadanos de 19 países, bajo una proclamación presidencial emitida en junio de 2025. La recomendación de Noem ampliaría ese número hasta 30 o 32 países.
Según reportes citados por CNN, la medida se enmarca en una revisión más amplia del sistema migratorio. Un portavoz del Departamento de Seguridad Nacional señaló que “la lista será anunciada pronto”, sin ofrecer detalles.
Países ya afectados por el veto
Hoy existen dos categorías: prohibición total y restricciones parciales.
Con veto completo figuran Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen.
Con restricciones parciales aparecen Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela. En estos casos se permiten algunas excepciones, como visados diplomáticos o doble nacionalidad.
Suspensión de trámites y revisión de casos previos
El Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos suspendió todas las solicitudes provenientes de los países ya incluidos en el veto. Además, revisa tarjetas de residencia concedidas desde 2021.
El director del organismo, Joe Edlow, sostuvo que se aplican criterios más severos: “Pausaremos todas las decisiones de asilo hasta que podamos garantizar que cada extranjero sea investigado y examinado al máximo grado posible”.
El Departamento de Seguridad Nacional también revisa casos aprobados durante la administración de Joe Biden.
Un escenario que podría afectar a millones
Trump ya aplicó en 2017 una política similar. Aquel veto enfrentó múltiples demandas, aunque la Corte Suprema aprobó una versión ajustada. El discurso actual apunta a una expansión mayor, acompañada de un tono más radical.
Si se concreta, millones de personas en nuevos países podrían quedar imposibilitadas de viajar a Estados Unidos por turismo, reencuentro familiar o solicitudes de refugio.
El alcance final se desconoce, pero la inquietud crece dentro de comunidades migrantes y grupos de derechos humanos.
