Trump recorta más los cupones SNAP: pequeños supermercados temen cierres masivos y más desiertos alimentarios

Una nueva legislación impulsada por el expresidente Donald Trump amenaza con provocar el cierre de miles de pequeños supermercados en Estados Unidos, especialmente en zonas rurales, al recortar fuertemente el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), antes conocido como cupones de alimentos.

Este programa federal, que asiste a más de 42 millones de personas, es una fuente vital de ingresos para muchos comercios independientes, como Wright’s Market, en Opelika, Alabama. Allí, aproximadamente un tercio de las ventas depende de clientes que utilizan el SNAP.

Recortes históricos en un programa clave

Según el propio Trump, se trata de una “gran y hermosa ley”. Sin embargo, expertos y comerciantes lo ven como un golpe directo al corazón del tejido económico que sostiene a muchas comunidades con bajos ingresos. Se trata del mayor recorte al SNAP en sus 86 años de historia.

LEA TAMBIÉN:
Acuerdo comercial histórico: EE. UU. y la UE sellan pacto crucial

El impacto económico será inmediato. El Center for American Progress advirtió que al menos 27,000 pequeños minoristas, en su mayoría rurales, podrían verse forzados a cerrar o reducir operaciones. En contraste, grandes cadenas como Walmart, Kroger o Dollar General tienen la capacidad financiera para absorber parte de la caída.

Supermercados que podrían desaparecer

Tiendas como Wright’s Market adaptan precios y ofertas según los presupuestos de los clientes del SNAP. Además, participan en programas del Departamento de Agricultura que incentivan la compra de frutas, leche y vegetales frescos. Sin esos ingresos, su viabilidad está en juego.

“Si empezamos a bajar los ingresos, tendremos que encontrar maneras de compensarlo para seguir adelante”, advirtió su dueño, Jimmy Wright.

De acuerdo con el Departamento de Agricultura, por cada 5 dólares entregados vía SNAP, se generan hasta 9 dólares en actividad económica local. Este programa no solo combate el hambre: sostiene empleos, ventas y salarios en todo el país.

¿Más trabajo o más pobreza?

Los defensores republicanos del plan aseguran que los nuevos requisitos laborales para el SNAP —que ahora incluyen a padres con hijos mayores de 13 años y a adultos de hasta 64 años— motivarán a los beneficiarios a trabajar más y, por ende, a consumir más. Pero estudios demuestran que estos requisitos no incrementan el empleo, y sí excluyen a personas vulnerables que ya enfrentan barreras laborales como problemas de salud, discapacidad o falta de transporte.

El cambio podría acarrear consecuencias más amplias. El Commonwealth Fund estima que se perderían 143.000 empleos vinculados a la cadena alimentaria, desde la agricultura hasta el comercio minorista.

Un golpe para los estados y la economía local

Otra novedad de la ley es que parte del coste del SNAP será asumido por los estados, que no tienen el mismo margen fiscal que el gobierno federal. Esto podría hacer que el programa pierda fuerza como estabilizador automático en futuras crisis económicas, como lo fue durante la Gran Recesión.

LEA TAMBIÉN:
Este país cercano es de libre visado para los cubanos. Es posible entrar sin visa solo con pasaporte cubano

En 2023, el SNAP generó 124.000 millones de dólares en ventas en más de 262.000 comercios. La mitad de estas ventas ocurrió en grandes superficies; el resto, en supermercados y tiendas pequeñas. Muchas de estas últimas están en riesgo de desaparecer.

“El SNAP es un componente fundamental de la economía local para las comunidades pobres, tanto urbanas como rurales”, señaló James Ziliak, del Centro para la Investigación de la Pobreza de la Universidad de Kentucky. “Además, ese dinero se gasta localmente”.

¿Un plan ideológico sin base real?

Para la economista Diane Whitmore Schanzenbach, de la Universidad Northwestern, esta política parte de una idea errónea: “No es que estas personas se queden tiradas en el sofá jugando videojuegos. Tienen enormes obstáculos para trabajar. Quitarles la comida no resuelve eso”.

Según Schanzenbach, el éxito del SNAP radica en que canaliza recursos públicos a través del sector privado. “Funciona porque aprovecha nuestras fortalezas: las tiendas locales, los agricultores, el mercado”.

Bancos de alimentos no darán abasto

La reducción de este soporte federal podría empujar a millones de personas hacia bancos de alimentos, que no cuentan con los recursos para cubrir esa demanda creciente.

“La gente seguirá necesitando comer”, advirtió Schanzenbach. “Pero en lugar de ir al supermercado y estimular su economía local, tendrán que acudir a bancos de alimentos”.

En este escenario, lejos de revitalizar el trabajo o reducir gastos, la “gran y hermosa ley” podría agravar la pobreza alimentaria, provocar desempleo y acelerar el colapso de cientos de comunidades que dependen del SNAP para sobrevivir.

Seguir leyendo en Directorio Noticias

Sigue nuestros canales de WhatsApp, Telegram y Facebook.

Estamos en Google News

Déjanos saber tu opinión:

0 comentarios
Video thumbnail

Deja un comentario

Los anuncios serán revisados manualmente y publicados en las próximas horas.
Solo se permiten mensajes respetuosos y relacionados con el tema.