Las personas naturales en Cuba pueden extraer hasta 80 mil pesos en los cajeros automáticos, recordaron las autoridades a raíz del anuncio de la implementación de la bancarización. Sin embargo, la mayoría coincide en que la cifra es puramente anecdótica. 

Ni siquiera quienes necesitan pasar a cobrar sus chequeras y salarios pueden hacerlo — y hablamos de cifras muy bajas, 1,528 CUP para la pensión mínima, por solo poner un ejemplo. 

En el contexto actual que vive la isla, de nada vale regirse por los límites en las operaciones bancarias. Si en agosto, los dirigentes aseguraban que las restricciones impuestas en la Resolución 11/2023 no afectaban a las personas naturales en la isla, un mes más tarde varios bancos debieron limitar mucho más la extracción de efectivo, por caja, a apenas 2 mil pesos cubanos por persona. 

Las imágenes en las redes sociales hablan por sí solas. “Limitaciones en el expendio de oferta de solo a 2000 pesos, cuando se había dicho 5000 en cada extracción, no funcionan los sistemas de pago electrónico en la mayoría de los servicios ni en todos los municipios por igual”, reclaman los usuarios.

Otros consideran que “tener el dinero en el banco limita su extracción para hacer gestiones económicas, que nunca son menos de 1000 pesos mínimos, largas e interminables colas en bancos y en los pocos cajeros que funcionan”.

CRISIS DE EFECTIVO EN CUBA

En medio de las críticas, desde los bancos cubanos han recordado que hay otras opciones para extraer efectivo como CADECA, bodegas o las oficinas de Correos de Cuba. Pero, las filas no terminan. 

“Si en la calle no hay dinero en efectivo y en el banco tampoco hay dinero, ¿dónde está el dinero?”, reclamaron en el perfil institucional del Banco Central de Cuba. “¿Qué bodega tiene 5000 pesos?. Por favor. ¿Para qué están los bancos?”, han criticado otros cubanos. 

En un reportaje reciente de Cubadebate, un lector opinó: “la bancarización fue una medida tomada en medio de un entusiasmo tremendo de los decisores sin tener en cuenta el universo de los usuarios que vivimos en este país. Se sigue tratando la economía como un proceso no objetivo, lo cual es contraproducente”.