La Unión Eléctrica (UNE) publicó este 13 de septiembre su parte sobre el estado del Sistema Eléctrico Nacional (SEN), pero los testimonios de los cubanos demuestran que apenas se distingue entre la desconexión masiva del miércoles 10 y los días posteriores. Para la mayoría, la “normalidad” es continuar a oscuras.
El reporte oficial señala que a las 06:00 de la mañana de este sábado había una disponibilidad de 1437 MW frente a una demanda de 2693 MW, con 1303 MW afectados por déficit de capacidad. También detalla averías en varias termoeléctricas, mantenimientos y limitaciones por falta de combustible. Para el horario pico, la UNE estima un déficit de casi 1800 MW.
Sin embargo, los números no reflejan lo que viven miles de familias.
Así viven los cubanos los continuos apagones
E.M. aseguró que “el 90 por ciento de los cubanos estamos sin corriente desde hace varios días” y se preguntó si los directivos de la UNE comparten la misma suerte. D.M. puso el foco en las prioridades del país: “¿Cómo hay dinero para hacer hoteles y contratar aviones privados, pero no para reparar las CTE?”.
Desde Caibarién, Y.C.P. relató que desde el miércoles hasta el sábado solo tuvieron cuatro horas de electricidad. En Ciguentes, Y.L.A. denunció más de 36 horas sin luz y concluyó que “parece que cumpliremos con todo el déficit de la provincia”. En Artemisa, A.O. describió apagones de casi tres días, mientras G.B.T.Q. desde Matanzas resumió la percepción de muchos: “todo es para Varadero”.
La desigualdad en la distribución del servicio también genera malestar. D.Mu. señaló que algunos circuitos permanecieron encendidos durante la madrugada: “La ley es pareja”, reclamó. Y.F. habló de un “castigo” que ya alcanzaba las 48 horas continuas.
Las cifras oficiales apuntan a limitaciones estructurales del SEN, pero los comentarios de los usuarios revelan otra cara: los apagones masivos dejaron de ser una excepción y se convierten en la regla diaria. A pesar de los partes técnicos, lo que no cambia es la certeza de que la electricidad sigue siendo un privilegio en Cuba.