Recientemente, fuentes del Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) han ofrecido precisiones sobre el aumento de los aranceles de ciertos productos importados a Cuba. 

 

Según reportó Cubahora, aunque de manera general los aranceles se aplican a todos los bienes objeto de exportaciones e importaciones, expertas han aclarado que Cuba solamente recurre a las importaciones. 

Como se conoce, el Ministerio de Finanzas y Precios (MFP) de Cuba incrementó las tarifas arancelarias a la importación de tabacos, cigarros, rones y otras bebidas alcohólicas. 

Esta medida, adoptada en conjunto con el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera (MINCEX), tiene como objetivo proteger la producción nacional en estos rubros y reimpulsar la economía, aseguraron las autoridades.

El texto del citado medio estatal refiere que los aranceles tienen dos funciones fundamentales: proteger a la producción nacional contra mercancías importadas y recaudar ingresos que van directo al Presupuesto del Estado. Estos ingresos se distribuyen a programas sociales y políticos en beneficio de la sociedad, además de ayudar a disminuir precios.

AUMENTO DE ARANCELES EN CUBA

De acuerdo a la información ofrecida, para aplicar un arancel, se deben tener en cuenta los acuerdos bilaterales firmados con diversos países y multilaterales adoptados con la Organización Mundial del Comercio. 

Según la directora de Ingresos del MFP, Cuba aplica una tarifa baja a los aranceles. Como regla general, se aplica un 5%, y algunos productos tienen una tarifa o un tipo impositivo de un 2,5%. El incremento en un 30% a dos nomenclaturas de productos como el cigarro y el tabaco, y las bebidas alcohólicas y los rones, tiene varias razones, dijo.

Alegó que estos productos son dañinos para la salud, crean adicciones y existe un compromiso internacional de incrementarles la carga tributaria para minimizar y reducir el consumo. Además, “otro objetivo es proteger a la industria nacional” porque estos rubros se producen en Cuba y, por su calidad, pueden asumir las necesidades del mercado.

La directiva subrayó que en Cuba hay capacidades productivas, muchas de ellas modernas, que no están siendo totalmente aprovechadas. 

Por lo tanto, se deben adoptar medidas que incentiven su óptimo uso, y una de ellas puede ser a través de los aranceles. Afirmó que el pueblo es el principal beneficiado, pues los ingresos que se capten van al Presupuesto del Estado, y con ello se redistribuyen para adquirir bienes y servicios vitales, implementar o secundar programas económicos y sociales.