Ante la «emergencia energética» que atraviesa Cuba, el gobierno ha decidido suspender temporalmente todas las actividades laborales estatales no esenciales, incluyendo las clases en las escuelas, según informó el Primer Ministro, Manuel Marrero Cruz, en una intervención transmitida en cadena nacional el jueves. 

La medida se ha tomado en respuesta a la crisis energética que afecta al país, con apagones prolongados y un déficit de generación eléctrica que se ha agudizado en los últimos días.

«Se emitieron indicaciones adicionales para paralizar todas las actividades laborales estatales que no son estrictamente imprescindibles», declaró Marrero, quien subrayó que la suspensión de actividades tiene como objetivo priorizar el suministro de electricidad a los hogares. 

Aunque el Primer Ministro no precisó la duración de esta disposición, se anunció que las clases quedarán suspendidas hasta el próximo lunes y se mantendrán cerradas las discotecas y otros locales de entretenimiento.

Panorama crítico para el sistema eléctrico cubano

El anuncio se produce en medio de un panorama crítico para el sistema eléctrico cubano. Este jueves, la isla registró un déficit cercano al 50% en la generación de electricidad, lo que ha causado apagones que en algunas provincias han durado hasta 20 horas en un solo día. 

La situación ha sido especialmente grave en los últimos tres meses, con interrupciones del servicio que en muchos casos superan las cuatro horas diarias, afectando incluso a amplias zonas de La Habana, usualmente “protegida”.

La crisis energética cubana se debe a la combinación de varios factores. El país depende de ocho termoeléctricas desgastadas, algunas de las cuales presentan averías o están en mantenimiento, señala un reporte de AFP.

Además, el sistema se complementa con siete plantas flotantes arrendadas a empresas turcas y grupos electrógenos, todos ellos dependientes de combustibles, que también han estado en escasez.