En las últimas horas, varios medios de prensa independientes han informado sobre una grave escasez de combustible aéreo JET-A1 que afectará a los aeropuertos internacionales de La Habana y Varadero, entre el 1 y el 8 de diciembre. La situación ha generado incertidumbre entre los viajeros y operadores turísticos, quienes se han visto obligados a emitir avisos de alerta.

Las autoridades cubanas, a través de un comunicado firmado por José Ramón Hernández, director de operaciones de la Empresa Cubana de Aeropuertos y Servicios Aeroportuarios (ECASA), confirmaron que la escasez de combustible podría extenderse más allá del 8 de diciembre, lo que agrava aún más la situación. 

En este contexto, la embajada rusa en Cuba también instó a los turistas rusos a mantener contacto constante con sus operadores turísticos para recibir actualizaciones sobre sus vuelos, debido a la posible interrupción de los servicios aéreos.

Directorio Cubano pudo saber que representantes de Air Canada también informaron a sus trabajadores en Cayo Santa María sobre esta situación. «Dicen que el combustible llega el día 8. Espero que así sea, porque tenemos clientes que no se pueden ir», comentaron a nuestra redacción.

Consecuencias en el turismo internacional y los viajes a Cuba

Cuba ha experimentado un “aumento” en el número de turistas en 2024, según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI). Hasta octubre, la isla recibió 2,49 millones de visitantes, un 96,1 % respecto al mismo período en 2023. Los principales emisores de turistas son Canadá y Rusia, lo que aumenta la preocupación, ya que miles de viajeros podrían quedarse varados debido a la crisis de combustible.

Este nuevo obstáculo en el sector del turismo cubano llega en un momento crítico para la economía de la isla. A pesar de los esfuerzos por reactivar el turismo, los analistas como el economista Pedro Monreal señalan que la industria turística cubana aún no muestra señales de recuperación. La excesiva inversión en el sector y la baja demanda podrían terminar en un ajuste de precios que pondría en riesgo la estabilidad de la economía.