En un reciente encuentro a través del canal de YouTube del periodista Daniel Benítez, el abogado de inmigración Wilfredo Allen abordó inquietudes de la comunidad cubana en Estados Unidos respecto a la elegibilidad para la ciudadanía de migrantes con antecedentes criminales.

Uno de los temas centrales fue la situación de Carlos, un migrante que consultó sobre su posibilidad de convertirse en ciudadano estadounidense a pesar de haber cometido un delito menor hace siete años. 

Allen destacó que la respuesta a esta inquietud depende de varios factores, principalmente el tipo de delito y las circunstancias específicas que lo rodearon. 

Si el delito no es “deportable” y han pasado más de cinco años desde su comisión, Carlos podría tener la opción de solicitar la ciudadanía. Sin embargo, el abogado recomendó encarecidamente que se consulte con un profesional del derecho para evitar complicaciones.

EE.UU.: en el contexto de inmigración, no existen delitos considerados «pequeños»

El experto subrayó que, en el contexto de inmigración, no existen delitos considerados «pequeños». Por ejemplo, el delito de robo en tienda, conocido como «shoplifting», aunque no conlleve deportación, puede ser clasificado como conducta inmoral. En estos casos, la persona debe esperar al menos cinco años después de haber cometido el delito para poder aplicar a la ciudadanía. 

Ciudadanía estadounidense y fraude

El abogado también tocó el caso de un individuo con un delito de fraude. Según Allen, si la cantidad de dinero involucrada supera los $10,000 o la condena de cárcel es mayor a un año, no hay posibilidad de solicitar un perdón para la residencia o la ciudadanía. 

Sin embargo, si el fraude es menor a esa cantidad y la condena no excede el año, la persona podría solicitar un perdón. Se da en casos en que cuente con familiares cercanos que sean ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes.

Hacia el final de su intervención, enfatizó la importancia de contar con abogados especializados en inmigración que puedan negociar con los fiscales y ayudar a los inmigrantes a obtener resultados favorables. 

Allen compartió un caso en el que logró negociar un acuerdo en un caso de fraude, reduciendo la cantidad robada a menos de $10,000 y la pena a menos de un año, lo que permitió a su cliente optar por un perdón en el proceso migratorio.

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