El Ministerio de Transporte de Cuba informó sobre un nuevo descarrilamiento ocurrido en horas de la madrugada del 8 de noviembre, en la provincia de Villa Clara, que ha vuelto a generar preocupaciones entre los cubanos sobre el estado del sistema ferroviario nacional.
El incidente tuvo lugar a las 2:50 a.m., cuando la locomotora 52501, que encabezaba el tren de carga extra 83 con una formación de 22 vagones de contenedores, se salió de la vía en el kilómetro 264,6 de la Línea Central, a la altura de la estación Esperanza. El convoy cubría la ruta entre la estación Angosta, en Artemisa, y la ciudad de Holguín.
Según el comunicado oficial, no se registraron grandes daños en la infraestructura ni en los vagones, y la locomotora fue enviada a talleres especializados para su revisión. Sin embargo, el accidente provocó la interrupción temporal del tránsito ferroviario, afectando al tren de pasajeros No. 16 (Holguín–La Habana), que reanudó su recorrido hacia la capital después de cuatro horas de espera.
El Ministerio anunció la creación de una comisión investigadora para determinar las causas del descarrilamiento, aunque el suceso se suma a una serie de incidentes similares reportados en los últimos meses, especialmente en la zona central del país.
En la propia cuenta del ministro, las reacciones no se hicieron esperar. Algunos usuarios mostraron su confianza en las autoridades, mientras que otros señalaron deficiencias técnicas y estructurales que, aseguran, son evidentes en las vías férreas cubanas.
Cuba: Ministro de Transporte anuncia trabajo de prevención
Entre los comentarios más repetidos, se destacan las críticas al deterioro de las conexiones ferroviarias, la falta de mantenimiento de las líneas y la pérdida de personal técnico especializado debido a bajos salarios. “La Línea Central está desbaratada y lo único que importa es que los trenes circulen”, comentó un ciudadano, apuntando a la urgencia de invertir en la reparación y en la motivación del personal de vías.
Otros participantes del debate consideraron que los descarrilamientos frecuentes no pueden atribuirse al azar, y exigieron una revisión integral del sistema ferroviario. “No hay que ser especialista para darse cuenta de que hay un problema estructural”, escribió otro internauta.
El propio ministro de Transporte reconoció que, tras un período sin accidentes, se ha observado un repunte de estos hechos, y aseguró que el Ministerio trabaja en un plan de prevención cuyos detalles se divulgarán próximamente.
