Cada 13 de diciembre, la Iglesia católica, la ortodoxa y la luterana recuerdan a Santa Lucía, una joven cristiana que murió martirizada a comienzos del siglo IV y cuya historia quedó ligada para siempre a la defensa de la fe y a la protección de la vista. Aunque su devoción en Cuba no alcanza la magnitud popular de San Lázaro, la Virgen de la Caridad del Cobre o Santa Bárbara, sigue siendo una figura respetada y venerada dentro de la comunidad católica cubana.