Entre el 14 y el 28 de julio pasado cerraron en Estados Unidos Chase, Bank of America, PNC y otros bancos nacionales de renombre. En total dejaron de prestar servicios 33 sucursales en todo el país, señaló Daily Mail. 

Axiom Bank, Capitol, Citizens, Dollar Bank, Lemont, Wells Fargo y Zions Bancorporation también cerraron sus dependencias. El estado más afectado fue Florida, que perdió cuatro sucursales, mientras que Ohio, Virginia y Texas perdieron tres.

En tanto, Bank of America ha cerrado más de 100 sucursales en lo que va de año, la mayor cantidad en todo el país. Los cierres representan alrededor de una quinta parte de todos los ejecutados este año. 

Asimismo, Bank of America refirió al propio portal digital que el banco acababa de completar un proyecto de tres años para modernizar su presencia en Estados Unidos. Un portavoz comentó que los cierres suelen ser el resultado de la fusión de dos sucursales en una.

Sobre el tema, Bank Of America emitió un comunicado oficial. “Estos cambios en nuestra red de sucursales reflejan que, cada vez más, nuestros clientes utilizan la banca digital para sus necesidades financieras cotidianas. Al mismo tiempo, acuden a los centros financieros para necesidades más importantes o para tener conversaciones sobre sus finanzas”. El banco señaló que todavía tiene 3.800 sucursales.

Cierres de bancos 

Como se conoce, la Oficina del Contralor de la Moneda (OCC) monitorea los cierres y aperturas de sucursales y los publica en un boletín semanal. Sus expertos aseguran que los principales bancos se están alejando cada vez más de las costosas sucursales físicas en favor de los servicios en línea.

Una encuesta reciente de GOBankingRates reveló que incluso las personas mayores prefieren la banca en línea en lugar de los servicios en sucursales.

En general, el 78 por ciento de los estadounidenses prefiere lo anterior. En tanto, casi uno de cada cuatro no visitó su banco durante el año pasado.

De hecho, los cierres pueden generar ahorros significativos, ya que el funcionamiento de una sucursal bancaria independiente cuesta alrededor de $2,6 millones de dólares al año.