Crece la preocupación en Estados Unidos por el posible fin de las ayudas alimentarias durante el cierre del Gobierno.
El cierre del Gobierno federal mantiene en vilo a millones de familias en Estados Unidos que dependen de los programas de asistencia social para cubrir necesidades básicas. La falta de un acuerdo en el Congreso amenaza con interrumpir beneficios que garantizan la alimentación de madres, bebés y niños en todo el país.
Fondos limitados para mantener las ayudas
A comienzos de octubre, la Asociación Nacional del Programa de Nutrición Suplementaria Especial para Mujeres, Bebés y Niños (WIC) advirtió que los recursos se agotarían en pocas semanas si no se aprobaba nueva financiación. Como medida temporal, el Gobierno destinó 300 millones de dólares procedentes de ingresos arancelarios del año fiscal anterior, lo que permitirá prolongar por un corto tiempo la operación del programa.
Aun así, los más de siete millones de beneficiarios del WIC y de otras ayudas similares enfrentan una incertidumbre creciente. Muchos dependen de estos fondos para comprar leche, pan, frutas, verduras, queso y otros alimentos esenciales, además de recibir orientación nutricional y apoyo a la lactancia materna.
Temor a quedarse sin alimentos básicos
Entre los hogares más vulnerables, el miedo a perder los beneficios ha provocado un aumento de las compras anticipadas. Algunas familias están utilizando los últimos fondos disponibles para adquirir leche, huevos, pan y jugos, ante la posibilidad de que los subsidios se suspendan sin previo aviso.
En varios estados, especialmente en áreas rurales, los precios de los alimentos se han disparado, lo que agrava el impacto del cierre. En zonas del norte del país, por ejemplo, un galón de leche supera los cinco dólares, lo que hace casi imposible mantener una dieta equilibrada sin ayuda federal.
Riesgo para millones de niños
El WIC, con más de medio siglo de funcionamiento, ha sido considerado uno de los programas más eficaces contra la desnutrición infantil. Sin embargo, su continuidad depende de una negociación política que sigue estancada. Si el Congreso no logra aprobar el presupuesto federal, millones de niños podrían quedarse sin acceso a una alimentación adecuada.
Las consecuencias serían especialmente graves para los hogares con bajos ingresos y para quienes viven en comunidades rurales o zonas con alto costo de vida, donde las ayudas representan la única fuente estable de alimentos frescos.
Mientras el cierre del Gobierno continúa, la incertidumbre se extiende por todo el país. Cada día sin acuerdo acerca un poco más a miles de familias al límite de su capacidad para alimentarse.
Informa la Aduana General de la República de Cuba que comparecerá hoy en la Mesa Redonda para dar a conocer nuevas medidas MINCIN asegura que avanza distribución de productos de la bodega en varias provincias cubanas Euro y dólar siguen subiendo: nuevas tasas del mercado informal en Cuba Aduana de Cuba alerta a viajeros: tecnología avanzada detecta artículos prohibidos ETECSA actualiza los precios de los celulares: ¡hasta 388 dólares! Cuba pone sus hoteles en alquiler: Iberostar será la primera en atreverse