En las últimas semanas se multiplicaron las quejas de clientes que esperaban compras o documentos enviados desde el extranjero. El seguimiento mostraba mensajes contradictorios y plazos que se extendían sin explicación clara.
La situación afecta tanto a particulares como a pequeños negocios que dependen del abastecimiento internacional para operar. El malestar crece y muchos ya valoran cambiar de transportista en próximos envíos.
El origen del problema es un cambio normativo. La administración de Donald Trump puso fin a la exención arancelaria conocida como de minimis, que permitía ingresar paquetes de hasta 800 dólares sin aranceles ni trámites formales. La suspensión se formalizó el 29 de agosto y elevó los requisitos documentales para todo paquete que entra a Estados Unidos, confirmaron la Casa Blanca y abogados especializados en comercio.
Qué hace UPS con los paquetes retenidos
UPS asegura que intenta contactar hasta tres veces al remitente para completar o corregir datos. Si no hay respuesta, procede a devolver el envío o a su “eliminación”, en cumplimiento de la normativa aduanera. La empresa insiste en que más del 90 por ciento de los paquetes se libera el primer día, pero el resto puede quedar retenido, devuelto o desechado. Estas prácticas fueron reportadas por medios nacionales y por la propia compañía en declaraciones recientes.
En la práctica, los usuarios describen un patrón: el paquete aparece “en tránsito”, luego “retenido en aduanas” y más tarde “destruido”. Casos difundidos por cadenas afiliadas a NBC, prensa especializada y foros muestran pérdidas de artículos con valor económico y sentimental. Varios clientes han decidido migrar envíos hacia FedEx o DHL tras estas experiencias.
Por qué ocurre ahora
Con el fin de la exención, todos los envíos deben cumplir aranceles y controles completos. El shock regulatorio se siente en toda la red postal y de mensajería. La Unión Postal Universal informó que, a cinco semanas del cambio, el tráfico postal hacia Estados Unidos cayó cerca de 70 por ciento por la adaptación de sistemas para calcular y cobrar derechos. Varios operadores internacionales suspendieron parcial o totalmente sus despachos mientras implementan nuevas herramientas digitales de declaración.
La administración también activó aranceles “recíprocos” y ajustes por país y producto, lo que obliga a clasificar con precisión cada partida. Reuters adelantó que el fin del de minimis es permanente, con una transición acotada para operadores postales. Todo ello eleva costes, añade pasos de validación y multiplica errores cuando faltan datos.
Qué dicen los usuarios en Reddit
En r/UPS se multiplicaron los reportes de paquetes “marcados para destrucción” o retenidos en Louisville y Filadelfia. Varios hilos reúnen a clientes que recibieron notificaciones contradictorias: primero “retenido”, luego “en camino” y, más tarde, “desechado”. La mayoría relata demoras de semanas y dificultades para contactar con un agente que confirme el estatus real del envío.
Algunos usuarios aseguran que, tras aportar documentación extra o escribir a correos de soporte compartidos por la comunidad, el paquete se liberó más tarde, lo que alimenta la percepción de mensajes automatizados que no siempre reflejan el destino final. También hay aportes de trabajadores que describen cuellos de botella en el hub de Kentucky y un volumen internacional retenido por validaciones aduaneras más estrictas.
Impacto y qué pueden hacer los usuarios
Pequeñas empresas reportan pérdidas por inventarios de temporada que no llegaron a tiempo. Importadores de té, cristalería o instrumentos musicales describen semanas de incertidumbre. Al mismo tiempo, UPS recuerda que solo cuando no logra completar la información procede a devolver o eliminar la carga. En una red que procesa millones de envíos diarios, un diez por ciento con incidencias significa miles de bultos en revisión cada jornada.
Especialistas recomiendan declarar el valor real, usar descripciones detalladas, incluir códigos arancelarios y responder con rapidez a los requerimientos. Si el paquete queda inmovilizado, conviene coordinar con el remitente la entrega de documentos o autorizar la devolución antes de que se ordene la destrucción. También sugieren comparar costos y tiempos entre operadores mientras se estabiliza el nuevo esquema.
El debate ya trascendió lo logístico. Legisladores y asociaciones de consumidores piden transparencia sobre cuántos paquetes se destruyen y bajo qué criterios exactos. Por ahora, el mensaje oficial es que la prioridad es cumplir la ley comercial y acelerar la adaptación tecnológica en toda la cadena.